Abraham Josué Chía Robles solo llevaba 8 días conviviendo con decenas de desconocidos en aquel centro de rehabilitación del centro del Bucaramanga, donde todos luchan contra el infierno de las drogas; pero antes de superar sus adicciones, fue asesinado de manera violenta.
Ocurrió en la carrera 21 con 41 dentro de la habitación número 7.
Abraham descansaba cuando fue sorprendido por uno de sus compañeros. Una patada en el rostro lo habría dejado sin aliento, pero todo no terminó ahí, fue el comienzo de una brutal riña en la que una segunda persona se habría involucrado contra el cucuteño de 27 años.
Mientras uno lo sostenía del cuello con una ‘llave’ el otro aprovechaba su estado de indefensión para golpearlo y lo hizo hasta que Abraham dejó de respirar.
Sin embargo, eso no habría sido suficiente para sus enemigos quienes, llevados por la furia, continuaron el cruel ataque.
Fue tarde para ayudarlo
Cuando los trabajadores de la fundación se percataron de lo ocurrido ya era demasiado tarde, el Chía ya no tenía signos vitales.
“Llamamos a los familiares y ya entregamos las declaraciones del caso. Dos internos los habrían agredido en una pelea.
“Cuando me di cuenta le di aviso a los directivos y a la Policía”, comentó una de las trabajadoras de la fundación.
Durante la semana que permaneció en el lugar, Abraham tuvo varios episodios; agredía verbalmente a sus compañeros, pero después todo volvía a la normalidad.
El cambio de humor formaba parte del proceso de rehabilitación.
Se espera que sus familiares lleguen a Bucaramanga para reclamar el cuerpo y trasladarlo a su tierra natal para darle el último adiós.
Por este hecho, dos sujetos de 21 años fueron capturados y dejados a disposición de la Fiscalía.
Investigarán irregularidades
Con el homicidio de Abraham se revelaron algunas irregularidades que se estaban cometiendo dentro del centro de control de las adicciones. Hacinamiento y condiciones no aptas para vivir serían algunas de ellas. “Se encontraron más de 70 personas entre adultos mayores, jóvenes y menores de edad quienes, por supuesto fueron trasladados por la Comisaría de Familia para restablecer sus derechos. Vamos a hacer seguimiento exhaustivo al caso”, aseguró Melissa Franco, secretaria del Interior de la Alcaldía de Bucaramanga.