La compañía espera capitalizar el éxito del vuelo de prueba realizado el mes pasado con una tripulación completa.
El nuevo precio dobla los 200.000 y 250.000 dólares pagados por unas 600 personas que reservaron previamente asientos en el cohete.
«Nos complace anunciar la reapertura de las ventas a partir de hoy», indicó el director general de la compañía, Michael Colglazier, en un comunicado, precisando que priorizarán a quienes estén en lista de espera.
Virgin Galactic usa una enorme nave portadora (VMS Eve) que despega desde una pista tradicional y suelta en el aire un cohete (VSS Unity) parecido a un jet privado.
Este prende su motor hasta rebasar los 80 kilómetros de altitud y baja planeando. En su pico de altitud, los pasajeros pueden soltar sus cinturones y experimentan unos minutos en gravedad cero.
Tras un periodo de «mejora» del avión portador, otro vuelo está previsto con una tripulación completa. Finalmente, el primer vuelo comercial de astronautas privados tendrá lugar «al finalizar el tercer trimestre» de 2022, precisó Colglazier.
En julio, Branson venció a Jeff Bezos y su compañía Blue Origin en una carrera espacial entre multimillonarios.
El cohete utilizado, que salió desde la base de Spaceport America, en el desierto de Nuevo México, estaba originalmente diseñado para llevar seis pasajeros, pero aunque fue descrito como «plenamente tripulado», solo llevaba cuatro.
«Nuestro objetivo es ofrecer vuelos espaciales casi cotidianos, y no solamente desde Nuevo México sino desde varios lugares del mundo», declaró Doug Ahrens, director financiero de Virgin Galactic.