Danna Sofía Meneses Páez, la niña de 11 años desaparecida en Bucaramanga y que puso en vilo a toda la ciudad, fue hallada en la tarde de este martes en Rionegro, Santander.
Una fuente judicial le confirmó a Q’hubo que la pequeña se encontraba en buen estado de salud y que a esta hora personal del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar se encontraba restituyéndole sus derechos.
Danna Sofía Meneses Páez desapareció el pasado lunes 27 de enero, a las 5:30 de la tarde, en el barrio El Rocío de Bucaramanga.
Danna Sofía Meneses Páez es la hija mayor de Olney Meneses Murillo y Paola Páez, ambos trabajadores en el sector del transporte: él como conductor en Copetrán y ella como secretaria en el gremio.
La noticia de su desaparición puso en vilo a su familia, pues la menor de tan solo 11 años de edad no había tenido ninguna discusión con sus padres. De hecho, esta es la primera vez que pierden su rastro.
“Nunca hemos tenido problemas con ella. “Jamás se había ido de casa o la habíamos reportado como desaparecida”, añadió Meneses en ese momento.
La menor vive junto a sus padres y su hermanita de aproximadamente tres años, en la calle 104 D #16-30 del barrio Rocío en Bucaramanga. Justo, en el mismo sitio en donde fue vista por última vez por algunos vecinos, según relataron sus familiares.
Olney Meneses detalló además que su hija estaba muy feliz de regresar al colegio. “Fue su primer día de clase. Ella estaba contenta. Le gusta estudiar, es una niña muy juiciosa”, agregó. Ese lunes 27 de enero, la menor de 11 años acudió a la jornada de la mañana en la Institución Educativa INEM Custodio García Rovira en Bucaramanga.
Llegó a su casa sobre el mediodía. Se cambió el uniforme por un short tipo jean y una camisa blanca. Alcanzó a saludar a su madre antes de que ella saliera a trabajar. Todo empeoró después de las 5:15 p.m., la última vez que les respondió a sus padres.
Según cuenta Paola Páez, la niña, después de intercambiar algunas palabras, la eliminó de su cuenta de WhatsApp. Ella, asustada, intentó comunicarse de nuevo. Esa situación no era normal en la conducta de la menor de edad.
Al llegar a su casa en el barrio El Rocío, la piel se le heló cuando encontró el celular de su pequeña completamente roto frente al andén de su residencia.
Por ahora se conocen las circunstancias que llevaron a que el aparato de comunicación resultara en esas condiciones.
