El pasado domingo, un grupo de personas se concentró en un muro contiguo al parque de Las Hormigas de Bucaramanga, con el fin de adelantar una protesta, que también se llevó a cabo en otras partes del país.
Se trataba de la iniciativa ‘Las Cuchas Tienen Razón’ que, según sus organizadores, arrancó en Medellín y buscaba hacer visible la memoria de las víctimas de desaparición forzada en el sitio conocido como La Escombrera, en la capital antioqueña.
Así las cosas, los asistentes a dicha manifestación pintaron un gigantesco mural con la frase: “Las cuchas tienen razón, la memoria no se borra”.La escultura de Las Hormigas quedó afectada tras la manifestación. Franz Rey/Vanguardia
Sin embargo, dentro de ese mismo acto, algunas personas pintaron con aerosol varias de las hormigas de esta emblemática escultura. Las figuras metálicas fueron vandalizadas, informó la administración municipal. Al respecto, el secretario del Interior de Bucaramanga, Gildardo Rayo, manifestó que “rechazamos la vandalización del patrimonio cultural y artístico como es el muro y las hormigas que allí se encuentran”.
Rayo dijo que “aunque garantizamos la protesta pacífica, también es cierto que hay otros derechos que hay que respetar. En ningún momento se tenía autorizada esa intervención”.La escultura de Las Hormigas quedó afectada tras la manifestación. Franz Rey/Vanguardia
El funcionario informó que “ya tenemos el seguimiento de quiénes fueron las personas. Muy seguramente se estarán aplicando las medidas por parte de la Policía para que los responsables respondan por este daño a un bien público”.
Por su parte, en redes sociales, Óscar Jahir Hernández, cuestionó que habría algún tipo de financiación política con respecto a la manifestación. “Nuevamente la misma camioneta al frente de estos “ejercicios de expresión ciudadana” en #Bucaramanga. ¿De quién es el vehículo? ¿Está a cargo de la @UNPColombia? ¿Quién paga por todo esto? ¿Guardia indígena en la ciudad?..”, se cuestionó.
Cabe recordar que la escultura del Camino de Las Hormigas fue creada por el maestro Guillermo Espinosa y se instalaron a un costado de la autopista Bucaramanga- Floridablanca en 1998.
La escultura la conforman 1.000 hormigas elaboradas en láminas gruesas de hierro que fueron empotradas en el mencionado muro.