El fenómeno de las heladas no es ajeno al páramo de Berlín y en esta temporada de comienzos de año impactó gravemente a agricultores y habitantes de la zona. Según denunció la población, las temperaturas han descendido hasta los -5°C, afectando principalmente los cultivos de papa, cebolla, zanahoria y otros productos básicos para el sustento de la región y el comercio en los mercados locales.
Eduard Jesús Sánchez Ariza, jefe de la Oficina de Gestión de Riesgo de Santander, se refirió a la situación actual y el cambio climático de esta zona: “En municipios como Tona y el páramo de Berlín hemos tenido temperaturas de tres o menos grados. Mientras tanto, en zonas como Capitanejo, el Palmar y Magdalena Medio, hemos encontrado hasta 36 grados”.
Por su parte, el secretario de Agricultura de Santander, Luis Alberto Rojas, manifestó que ya se están adelantando gestiones para evaluar la magnitud de los daños y coordinar ayudas: “Estamos trabajando en un plan de contingencia que incluye asistencia técnica y créditos con bajos intereses para los afectados”.
Campesinos alzaron sus voces
Pablo Anaya, líder del corregimiento de Berlín, comentó la situación que están viviendo en el municipio: “La temperatura ha bajado hasta menos siete grados, las heladas son un fenómeno que siempre cae todos los años, al inicio nos sirvió porque llovió, pero cuando se esclarece, comienzan las heladas que más o menos duran hasta el mes de marzo”.
Comunidades campesinas han solicitado apoyo urgente por parte de la Alcaldía y autoridades departamentales para mitigar los efectos del fenómeno climático, esto a través de un centro de acopio para obtener asesoramiento y asistencia a los productores mediante la provisión de semilla.
Jorge Ramírez, un agricultor del sector, quien asegura que las pérdidas ascienden a millones de pesos, dijo que “la tierra se congela y los cultivos no resisten. Hemos perdido un aproximado del 50% de nuestra producción en menos de dos semanas”.
Impacto en la comunidad
Las consecuencias van más allá de lo económico. La escasez de cultivos genera preocupación entre las familias campesinas, quienes dependen de esta actividad para su subsistencia. Además, el aumento de precios en los mercados podría afectar a los consumidores en toda la región.
