Santiago Lora Rincón, hijo de los pastores Marlon Lora y Yurlay Rincón, asesinados en un ataque armado el 29 de diciembre, lucha por su vida y permanece en coma en un hospital local. En el mismo ataque también falleció su hermana Ángela Natalia Lora Rincón.
Así lo confirmó la alcaldesa de Aguachica, Greisy Roqueme, quien señaló que los médicos están evaluando trasladar al joven a un centro asistencial de mayor complejidad en Bucaramanga, y que las investigaciones avanzan para esclarecer los hechos.
Los cuatro miembros de una misma familia perdieron la vida al ser ultimados a bala. //Cortesía
El ataque ocurrió en un restaurante ubicado en la calle 5 con carrera 30, cuando un sicario en motocicleta disparó contra la familia.
Las víctimas eran reconocidas en la comunidad por su labor pastoral en la iglesia Príncipe de Paz. Ángela Natalia trabajaba como comunicadora social en la empresa de servicios públicos local, mientras que Santiago, de 19 años, colaboró como camarógrafo en la campaña de la actual alcaldesa.
Las autoridades investigan si el ataque estaba dirigido contra otra persona presente en el lugar, mientras analizan posibles amenazas previas contra la familia.
La alcaldía y la comunidad cristiana organizaron una marcha para rechazar la violencia y exigir justicia. Roqueme indicó que se convocó un Consejo de Seguridad con autoridades militares, policiales y judiciales para evaluar medidas de protección.
La mandataria pidió al Gobierno y al Ministerio de Defensa fortalecer la seguridad en el municipio.
La administración local decretó toque de queda desde el 29 de diciembre hasta el 30 de diciembre para facilitar las investigaciones. Además, la Gobernación del Cesar ofreció una recompensa de 50 millones de pesos por información sobre los responsables.
Por su parte, el presidente, Gustavo Petro, solicitó a la Policía acelerar las investigaciones y garantizar justicia.
Asimismo, el director de asuntos religiosos del Ministerio del Interior, Alexander Jaimes, hizo un llamado a las autoridades para fortalecer la protección a líderes religiosos.
Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), este caso representa la masacre número 76 en 2023 y la tercera registrada en el departamento del Cesar.
Los cuerpos de las víctimas fueron trasladados a Medicina Legal en Bucaramanga para las necropsias, mientras la comunidad permanece de luto.
