La tarea ya la había hecho. Había mantenido en cero su portería y, por si fuera poco, atajó dos lanzamientos en la tanda de los penaltis. Pero el portero uruguayo Leonel Rocco no se conformaba con eso, quería que su nombre quedara inmortalizado en un rincón del corazón de los sufridos aficionados del Atlético Bucaramanga.
Tomó la pelota y con una tranquilidad asombrosa venció la resistencia del arquero de Cúcuta Deportivo, Daniel Gómez, para evitar que el equipo ‘Leopardo’ jugara por segunda vez el Torneo de Ascenso en Colombia.
El cancerbero ‘charrúa’ fue el héroe de aquel jueves 20 de diciembre de 2001, que le permitió a Atlético Bucaramanga conservar la categoría en la Primera División del balompié nacional, luego de un triangular relámpago en el que compitieron Unión Magdalena y los clubes referentes del oriente colombiano.
“Bucaramanga descendió ese año, pero Luis Fernando Yepes, Juan José Bellini y quien le habla pasamos una propuesta a la Dimayor para ampliar de 16 a 18 los cupos en Primera y fue así como se armó un triangular entre los clubes tradicionales que estaban en la B: Bucaramanga, recientemente descendido, y Unión y Cúcuta, que estaban en la B temporadas atrás” recordó Gabriel Carrillo, gerente deportivo del Atlético Bucaramanga de aquella época.
“Todos pensaban que Bucaramanga pasaría sin problemas al lado de cualquiera de los otros rivales, pero no fue así. Unión ganó sus dos juegos 2-0 y tuvimos que decidir el siguiente clasificado entre Cúcuta y Bucaramanga. Todo fue muy parejo y en los penaltis pudimos conservar el cupo en la A”, agregó Carrillo.
Clásico memorable entre Atlético Bucaramanga y Cúcuta Deportivo
Para orgullo de los seguidores búcaros, mandar a Cúcuta a la B es algo que no se olvida; no obstante, la gesta fue demasiado sufrida.
En medio de las lágrimas, los abrazos y los puños cerrados en señal de poder por parte de los hombres de la divisa amarilla, que festejaban en el centro del campo del estadio Pedro de Heredia de Cartagena, escenario escogido para la disputa del triangular, se retiró con la satisfacción del deber cumplido el hijo ilustre de Piedecuesta, Óscar Upegui.
El zaguero central sabía que no continuaría con la institución de sus amores, pero se fue con un grato recuerdo.
“Ese triangular fue muy duro. Los rivales nos tenían ventaja por el calor. Unión resolvió todo muy rápido porque nos venció 2-0 tanto a Cúcuta como a nosotros. El clásico era definitivo y fue muy cerrado. Nosotros teníamos más experiencia, porque conservamos el mismo equipo y ellos eran más jóvenes; sin embargo fue un duelo de mucho nerviosismo y después del 0-0 estuvimos más efectivos en los penaltis y contamos con un Rocco que estuvo inmenso”, recordó Upegui.
En aquel Bucaramanga de 2001 actuaban, entre otros: César Vásquez, Néstor Cuadros, Andrés Sarmiento, Oyié Flavié y Wilson Núñez.
