Marlen Fernanda Mozo Jiménez tenía tan solo 18 años. Por perseguir sus sueños, había decidido trabajar en el punto de Supergiros en el barrio Los Almendros de Bosconia en César. Con el dinero extra quería ahorrar para seguir estudiando.
Llevaba una semana trabajando, cuando sicarios del Clan del Golfo la asesinaron en la mañana del lunes festivo 4 de noviembre.
Antes de ir a su trabajo, desayunó con sus familiares. Les contó que pensaba salir temprano porque era un día feriado y quería compartir con sus seres queridos, además de descansar. No sospechaba de su tragedia. Salió contenta de su casa, con la esperanza de reencontrarse con los suyos en las próximas semanas, pues Marlen Fernanda era oriunda del municipio de Algarrobo, en Magdalena y tenía planes de regresar a su pueblo de vacaciones.
Allegados a la joven señalaron que estaba muy contenta con su empleo, a pesar de que no ganaba mucho. Desde que la habían contratado, subía fotografías a sus redes sociales con el uniforme de la empresa, orgullosa de la oportunidad que había conseguido.
Un video registró el homicidio de Marlen Fernanda Mozo Jiménez
Los sueños de la joven se vieron frustrados cuando un sicario, vestido de negro, llegó hasta su puesto de trabajo y le disparó en la cabeza. Sumado a esto, le dejó un panfleto sobre su cuerpo.
El homicidio quedó registrado en una cámara de seguridad. En el video, se puede observar cuando la víctima atiende a dos personas y llega el asesino a sueldo. Vestido con un buzo negro, desenfunda un arma de fuego, le lanza el panfleto a Marlen y le dispara directo a la cabeza.
La Gobernación del Cesar y la Alcaldía Municipal de Bosconia unieron esfuerzos para ofrecer una recompensa de $40 millones por información que permita la captura de los responsables del asesinato de la joven.
Este asesinato ocurrió después de que la empresa Supergiros decidiera cerrar varios puntos de atención en los departamentos de Cesar y Magdalena. Las amenazas del Clan del Golfo habrían obligado a los propietarios a tomar esta determinación.
Sin embargo, el único puesto que permanecía vigente y sin seguridad era en el que trabaja Marlen Fernanda Mozo. Incluso, después de que el viernes 1 de noviembre, sujetos dispararan en contra de la sede de Sabanas del Piñón, en Magdalena.