Tenía cáncer de páncreas. Su muerte fue confirmada por sus familiares.
Castro Caycedo nació el 3 de marzo de 1940 en Zipaquirá, Cundinamarca. Se inició en el periodismo en 1962, cuando fue contratado como enviado especial de la revista El Ruedo de Madrid.
En 1966 pasó a ser redactor del diario La República de Santafé de Bogotá y, un año después, en 1967, se convirtió en reportero y cronista de El Tiempo.
Sin embargo, su consagración como periodista y escritor llegó en 1976, cuando publicó su primer libro: “Colombia amarga”. Seguirían, después, varias decenas de títulos más que lo ubicarían como una de las grandes plumas de la literatura colombiana.
Entre los libros que escribió se encuentran “Perdido en el Amazonas” (1978), “Mi alma se la dejo al diablo” (1982), “El Karina” (1985), “El hueco” (1989) , “El huracán” (1991) y “La bruja” (1994).
Al tiempo que en 1976 publicaba su primer libro, también se vinculó a RTI Televisión, donde produjo y dirigió, durante 20 años, el programa Enviado especial. Fueron 1.018 capítulos, de media hora cada uno, de periodismo de investigación y denuncia.
Fue galardonado con 11 premios de periodismo nacionales y 8 internacionales, incluyendo en 1999 el Premio Rodolfo Walsh, que le fue concedido por su libro “El Karina”. Y el Premio de Periodismo Planeta en 2005 por “Que la muerte espere”.
Varios periodistas ya lamentaron el fallecimiento del reconocido escritor. “Recuerdo a Germán Castro Caycedo haciendo buen periodismo en Enviado Especial. Yo era entonces un niño que soñaba con contar buenas historias”, dijo Ricardo Ospina, director informativo de Blu Radio.
“Muy grande Germán Castro Caycedo, el periodista que nos reveló la Colombia Oculta. Su documental “La Ruta del Libertador” es de lo mejor que se hizo en la historia de la televisión colombiana. Gracias Maestro. Misión cumplida”, escribió por su parte el periodista Félix de Bedout.
Y el cronista y director de Vorágine, José Guarnizo, afirmó: “Me hice periodista porque un día, a los 17 años, leí un libro de Germán Castro Caycedo. Entré a la universidad pensando en que quería ser como él. Descanse en paz, maestro”.
