Un inesperado hallazgo sorprendió a las autoridades ambientales del Valle del Cauca, quienes descubrieron un cocodrilo de 2.67 metros en una vivienda del municipio de Palmira. El reptil, que había sido mantenido como mascota, encendió las alarmas de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), no solo por el peligro que representa, sino por lo que revela sobre el manejo irresponsable de fauna silvestre.
El operativo de rescate fue liderado por la CVC en conjunto con las autoridades locales. El director de la entidad, Marco Antonio Suárez, expresó su preocupación ante lo sucedido. “Nos encontramos con un cocodrilo completamente desarrollado en el patio de una casa. Un animal de este tamaño requiere un hábitat adecuado, no es una mascota. Es alarmante que la gente no entienda las implicaciones de tener este tipo de animales en cautiverio”, señaló Suárez.
El reptil fue trasladado al centro de atención de fauna de la CVC en Palmira, donde será sometido a una valoración médica antes de ser liberado en su entorno natural.
Este incidente no es aislado. El tráfico y la tenencia de fauna silvestre como mascotas se ha convertido en un fenómeno recurrente en Colombia. Solo en el Valle del Cauca, las autoridades han registrado varios casos de ciudadanos que mantienen animales exóticos en sus hogares, ignorando tanto el riesgo para su bienestar como el de los animales.
Un caso similar ocurrió hace apenas unos meses en el municipio de Cerrito, cuando un hombre entregó voluntariamente a una serpiente pitón birmana que había mantenido como mascota. “La serpiente estaba en un recipiente plástico, la llamaban ‘Coqueta’, lo que indica que llevaba tiempo en cautiverio. Este tipo de situaciones son preocupantes porque las personas no entienden las necesidades y comportamientos naturales de estos animales”, comentó un funcionario de la CVC.
Las autoridades ambientales insisten en la importancia de la educación y la concienciación sobre el respeto a la fauna silvestre. Mantener especies exóticas en condiciones inadecuadas no solo compromete su bienestar, sino que también pone en peligro a las personas. “Estos animales pueden parecer inofensivos cuando son pequeños, pero con el tiempo, las familias se ven sobrepasadas por los cuidados que requieren, y muchos terminan entregándolos a las autoridades. Lamentablemente, otros los abandonan en entornos donde pueden volverse peligrosos”, añadió el funcionario.
La CVC recuerda que el comercio de fauna silvestre es ilegal en Colombia y que la captura y venta de estos animales a menudo conlleva un proceso doloroso para ellos. Son sacados de su entorno natural, separados de sus grupos o familias, y sometidos a largos y estresantes viajes para ser vendidos como mercancía. En muchos casos, estos animales no sobreviven a las condiciones de transporte o llegan en malas condiciones físicas y psicológicas.
En palabras de Suárez, “debemos entender que los animales silvestres pertenecen a su hábitat natural. Tenerlos en una casa, por muy exótico que parezca, es someterlos a un sufrimiento innecesario. Es nuestra responsabilidad proteger y conservar nuestra fauna, no utilizarla como objeto de entretenimiento o lujo”.
Una vez fue rescatado, el animal fue valorado por expertos y luego fue llevado al centro de atención y valoración de la CVC, ubicado en Palmira.