La conductora de televisión y ex reina de belleza de Guayaquil, Karime Borja, enfrenta el momento más devastador de su vida tras el fallecimiento de su hijo, Mateo Lapo Borja, ocurrido el 17 de septiembre. Con apenas cuatro años de edad, Mateo falleció después de luchar durante casi tres años contra las secuelas de un trágico accidente en el que estuvo a punto de perder la vida.
En noviembre de 2021, Mateo sufrió un grave accidente doméstico al caer en una piscina, donde permaneció sumergido durante 15 minutos sin signos vitales. Aunque fue rescatado y reanimado por los servicios médicos, el prolongado tiempo sin oxígeno le causó una lesión cerebral por hipoxia isquémica, lo que marcó el inicio de una larga batalla. Durante los últimos años, el niño pasó por múltiples hospitalizaciones y tratamientos en la Unidad de Cuidados Intensivos, mientras su familia y médicos mantenían la esperanza de una mejoría.
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A pesar del esfuerzo de especialistas, terapias intensivas y la fe inquebrantable de Karime Borja, las secuelas del accidente continuaron afectando la salud de Mateo, cuyo estado se deterioró con el tiempo. Finalmente, el pasado 17 de septiembre, el pequeño perdió la batalla.
A través de sus redes sociales, Karime compartió su dolor ante la pérdida, agradeciendo a todos aquellos que, de alguna manera, apoyaron a su familia y cuidaron de su hijo durante estos difíciles años. “Te amo para siempre, Mateo”, escribió en una emotiva publicación acompañada de fotos de su hijo, donde expresaba su amor eterno y su profundo dolor. También pidió a sus seguidores y a los medios de comunicación que respeten su privacidad mientras enfrenta este doloroso proceso.
La noticia ha provocado una gran ola de solidaridad en redes sociales, con mensajes de apoyo tanto de figuras públicas como de sus seguidores. Muchos expresan su pesar por la tragedia que ha golpeado a Borja y su familia, resaltando la fuerza con la que la presentadora ha enfrentado la difícil situación desde el accidente de su hijo.
Karime Borja, conocida por su trabajo en la televisión y por haber sido coronada como Reina de Guayaquil, había mantenido un perfil bajo en los últimos años, centrando su vida en el cuidado de Mateo. La tragedia ha dejado un inmenso vacío no solo en su vida personal, sino también en la comunidad que la ha seguido durante su carrera.
El funeral de Mateo se realizó en una ceremonia privada, acompañada únicamente por familiares y amigos cercanos, respetando la solicitud de privacidad de la familia en este momento de luto.
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Hipoxia isquémica: una peligrosa condición cerebral que requiere atención inmediata
La hipoxia isquémica cerebral es una afección grave que ocurre cuando el cerebro no recibe suficiente oxígeno, lo que puede desencadenar una serie de síntomas debilitantes. Esta falta de oxígeno interrumpe el funcionamiento normal del cerebro y puede causar daños permanentes si no se trata a tiempo. Algunos de los síntomas más comunes incluyen pérdida de memoria, problemas de coordinación, convulsiones, aumento de la frecuencia cardíaca, desmayos, dificultades en el habla, problemas visuales y un tinte azulado en la piel debido a la falta de oxígeno en el cuerpo.
La gravedad de los síntomas puede variar dependiendo del tiempo que el cerebro haya estado privado de oxígeno y la rapidez con la que se brinde atención médica. Si se observan estos síntomas, es crucial buscar atención médica de inmediato para minimizar el daño cerebral.
El tratamiento para una lesión cerebral por hipoxia isquémica depende de la severidad de la lesión y la prontitud con la que se reciba ayuda médica. Entre las opciones más comunes se encuentran la asistencia respiratoria con ventilación mecánica, el control de convulsiones mediante medicamentos, y la terapia de hipotermia, que implica enfriar el cuerpo para reducir el daño cerebral, especialmente si se aplica poco después del evento que causó la lesión.
Además, la recuperación a largo plazo suele requerir un enfoque integral, que incluye terapias físicas y ocupacionales para ayudar a los pacientes a recuperar habilidades motoras y funcionales. Los medicamentos también juegan un papel importante en el control de síntomas como la presión arterial, y en muchos casos se necesita un programa de rehabilitación extensivo para lograr la mayor recuperación posible.
Dada la complejidad de esta afección, es fundamental que el tratamiento sea dirigido por profesionales de la salud para optimizar los resultados y reducir las secuelas permanentes.
