La comunidad educativa del Caribe se encuentra conmocionada por la trágica muerte del docente Omar Barros Navarro, cuyo cuerpo fue hallado flotando en el río Magdalena, frente al barrio Las Flores, en el nororiente de Barranquilla, con evidentes signos de violencia.
El cuerpo de Barros Navarro fue encontrado junto al de otro hombre, quien aún no identificado, en la mañana del lunes 9 de septiembre, en una zona conocida como Bocas de Cenizas. Ambos cuerpos presentaban signos de violencia: estaban atados de manos y pies y tenían heridas de bala, según informes preliminares. Este miércoles, 11 de septiembre, Medicina Legal confirmó oficialmente la identidad del profesor.
Omar Barros había sido reportado como desaparecido el lunes, después de no acudir a la escuela donde trabajaba desde febrero de este año. La comunidad educativa lo describe como una persona sociable y sin problemas aparentes.
Barros Navarro residía en el barrio Las Terrazas, en Barranquilla, junto a su familia. La última vez que se tuvo noticia de él fue el sábado 7 de septiembre, cuando salió de su casa y no regresó.
Luto en la comunidad educativa
Omar Barros Navarro, de 49 años, había trabajado como profesor en varios colegios de La Guajira y el Atlántico. En la actualidad, impartía clases de matemáticas a estudiantes de sexto y octavo grado en la Institución Diversificada Oriental, en el municipio de Santo Tomás (Atlántico).
La comunidad educativa de la escuela donde trabajaba expresó su dolor a través de un mensaje en redes sociales:
“Nuestra gloriosa institución se declara en duelo, pues ha partido de este mundo terrenal un docente de la familia orientalista; un hombre que entre números, fórmulas, chistes y anécdotas se ganó un espacio en el corazón de estudiantes, padres de familia, docentes y directivos. Queda un vacío muy grande en nuestras aulas y en nuestros corazones”.
Hasta el momento, las autoridades no han revelado detalles sobre los posibles móviles de los crímenes. La Policía Metropolitana y unidades de Guardacostas fueron alertadas por habitantes de Las Flores sobre los cuerpos que flotaban en distintos puntos del río. Uno de ellos, que correspondía al profesor Barros, estaba en avanzado estado de descomposición.
El caso ha generado gran impacto en la comunidad, que describe a Barros Navarro como una persona comunicativa y sin aparentes problemas personales. Las investigaciones continúan para esclarecer las circunstancias que rodean su muerte y la del otro hombre.
