La fé en El Reposo comenzó como humilde Vicaría en noviembre de 1971. En un pequeño kiosko de tejas de zinc se celebraron las primeras eucarística hasta que casi 10 años después, don Emilio Arguello puso la primera piedra de la parroquia Nuestra Señora de la Esperanza.
Para el primero de marzo de 1980, el Arzobispo de aquella época, Héctor Rueda, erigió el templo y el Padre Hensy Peñaloza Rodríguez fue nombrado como el primer líder espiritual de la comunidad. Desde entonces, por la obra material y espiritual han pasado siete ‘arquitectos de la palabra’.
Aunque el templo está ubicado en El Reposo, lo cierto es que hay nueve zonas urbanas y rurales que son cobijadas por las actividades y obras sociales. Entre estas destacan los sectores de Alares, Las Villas, Robles, Oasis, Escoflor y San Pedro.
Gracias a la caridad y el servicio de sus fieles, el recinto ha podido expandirse en tamaño y en misión. Hoy en día son ocho grupos pastorales que se encargan del desarrollo humano integral. Los fieles se encargan desde la unción de los enfermos hasta las labores de proclamación de la palabra y catequesis juvenil.
Tras más de cuatro décadas, todavía sus fieles se acercan al portón del templo a primera hora del día para saludar a la patrona de la dulce espera. Sobre todo las mujeres que desean vivir el amor de madre.