Asistir a una clase normal de matemáticas o de inglés se convirtió en una tortura para algunas estudiantes de una institución educativa de Buga (Valle del Cauca), todo por cuenta de su profesor, quien las estaría acosando sexualmente. Con lo que el hombre no contaba era que en un paseo, el grave delito que estaba cometiendo, saldría a la luz.
Por lo menos unas cuatro menores de edad estarían siendo víctimas de Manuel José Mantilla Alvarado, de 33 años, quien presuntamente les pedía fotografías íntimas, material pornográfico y realizaría tocamientos en las aulas de clase, ofreciéndoles buenas notas como pago.
El 2 de septiembre de 2022, en un paseo escolar, el compañero sentimental de una de las adolescentes afectadas empezó a sospechar sobre el comportamiento del docente y no dudó en denunciar lo que sucedía. Así fue como las demás compañeras, también víctimas, decidieron hablar de lo que pasaba.
Al percatarse de que había sido descubierto, Mantilla Alvarado abandonó su trabajo y huyó.
Fue así como las autoridades iniciaron una investigación que duró seis meses, en la que recopilaron las pruebas suficientes, logrando que el Juzgado Sexto Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías de Buga, expidiera el 7 de marzo del año pasado una orden judicial en su contra por el delito de actos sexuales con menor de 14 años.
Sin embargo, aunque nadie sabía sobre el paradero del hombre, el indicio de que sería oriundo de Cúcuta llevó a los investigadores de esa ciudad vallecaucana a comunicarse con la Policía de Infancia y Adolescencia de la Mecuc para ponerla al tanto de lo que ocurría.
Con esa información, los uniformados verificaron las bases de datos y redes sociales para buscar alguna evidencia que permitiera dar con el paradero del profesor Manuel José Mantilla en la capital nortesantandereana.
En esa búsqueda, los policías encontraron un elemento que les dio una orientación clara: una fotografía vieja en donde estaba el hombre en una procesión en el barrio Belén.
Con esa característica, se iniciaron las labores de vecindario y entrevistas que permitieron conocer que los familiares de Manuel Mantilla residían en el sector, y que en los días festivos y fines de semana se reunían a jugar dominó en un punto en específico.
Aunque por varios días los uniformados se instalaron en la zona para seguirle los pasos al hombre, no fue sino hasta el 7 de agosto, miércoles festivo, que lo encontraron precisamente jugando en la avenida 26 con calle 22 del barrio Belén. Eran las 4:30 de la tarde.
“El hoy capturado cambió su apariencia física y fue un poco complejo ubicarlo. Las labores investigativas tuvieron una duración de un mes aquí en Cúcuta”, dijo una fuente judicial.
Después de leerle los derechos, el hombre fue capturado por el delito en mención y, posteriormente, presentado a la Fiscalía, en donde un juez le dictó medida de aseguramiento en centro carcelario.
Se pudo conocer que Manuel Mantilla había sido contratado por una institución educativa privada ubicada en el barrio Quinta Oriental, en donde comenzaría a dictar clase al día siguiente de su captura.