Una tragedia sacudió la zona rural de Cúcuta, Norte de Santander. Un niño, de tan solo dos años, perdió la vida en circunstancias que son materia de investigación por parte de las autoridades.
El lamentable caso se registró en la vereda San Agustín de los Pozos, ubicada en el corregimiento Buena Esperanza. El pasado domingo, 4 de agosto, el pequeño fue llevado por sus familiares a un centro asistencial de la zona, donde los médicos confirmaron su fallecimiento.
Inicialmente, la familia informó que el niño había caído de unas escaleras, pero las lesiones que presentaba no coincidían con este relato.
Con el paso de las horas, la versión sobre lo sucedido comenzó a cambiar. Se llegó a sugerir que el menor podría haber caído desde un segundo piso, pero esta teoría también fue descartada. Finalmente, se planteó la posibilidad de que una motocicleta lo hubiera atropellado mientras estaba en la carretera, lo que habría causado su muerte.
Este cambio constante en las versiones no solo ha causado desconcierto y preocupación entre los vecinos y familiares, sino que también ha despertado sospechas sobre lo que realmente pudo haber ocurrido. Se presume que la familia estaba participando en un evento social, y que el niño, en un momento de descuido, salió a la carretera, donde ocurrió la tragedia.
Ante la falta de claridad en los hechos, la Policía Metropolitana intervino y organizó el traslado del cuerpo a Cúcuta para que se realizara una autopsia en Medicina Legal. Este examen forense será crucial para determinar las verdaderas causas de la muerte del pequeño y ofrecer una explicación concreta de lo sucedido.
El trabajo de los expertos forenses, que incluirá un análisis exhaustivo y detallado, será esencial no solo para proporcionar respuestas a la familia, sino también para aclarar cualquier duda legal que surja a raíz de esta dolorosa pérdida. La comunidad espera que los resultados de estos estudios brinden la claridad necesaria para entender esta trágica situación.