El acto fúnebre de los cuerpos de nueve adultos y tres fetos se cumplió el miércoles, 24 de julio, en el Cementerio Municipal de Bucaramanga ubicado detrás de las instalaciones del Instituto de Medicina Legal y contiguo al Parque de La Vida en el barrio Campo Hermoso.
Mediante un convenio entre la Alcaldía de Bucaramanga y la Funeraria Paulo VI se adelantaron las exequias de los 12 féretros que fallecieron de manera violenta en jurisdicción de la capital de Santander; es decir, por homicidio, accidentes de tránsito, suicidio o algunos más por muertes por establecer.
Jesús Alberto Rey propietario de Paulo VI le manifestó a Q’hubo que los cadáveres llevaban más de un año en Medicina Legal y después de solicitar la presencia de sus familiares, nunca aparecieron.
“Bucaramanga es el único municipio del área que tiene cementerio para estas situaciones. Algunos estaban desde julio del año pasado y otros a inicios del presente año. Sus familiares no aparecieron y la Fiscalía autorizó sus inhumaciones”, contó Rey.
Aunque sus seres queridos no estuvieron presentes, no obstante, hubo una misa de réquiem con un sacerdote católico antes de ser depositados en las bóvedas del cementerio de Campo Hermoso.
“Tratamos antes de simplemente depositarlo en una bóveda, darles un trato digno final, aunque nadie esté presente llorando por estos cuerpos”, expresó el propietario de la funeraria.
Si algún familiar decidiera reclamarlo y realizar por su cuenta un nuevo sepelio deberá cumplir algunos trámites ante la Secretaría de Salud de Bucaramanga, encargada de la administración del ‘campo santo’.
¿Quiénes eran los cadáveres?
De los 12 cuerpos inhumados, nueve eran adultos y tres fetos. Solo siete de los mayores de edad se encontraban identificados y dos fueron sepultados como CNI (cuerpo no identificado).
Los que estaban plenamente identificados se trataban de: Luis Eduardo Castañeda Vega; Marcelino Torres Gómez; Yorvi Ramos Mosquera; Lisímaco Antonio Quijano Parja; Jaime Ramírez Martínez Alarcón; Eduardo R. Olivares; y Juan Carlos Ortiz.
