En una profunda angustia se encuentran sumidos los padres de Marli Crisbel Vargas Sepúlveda (23 años), quien desapareció en la capital junto con su pequeña niña de 3 años desde el pasado 1 de julio. Lo que agrava este caso es que la vida de ella y de la menor puede estar en riesgo debido a que la expareja, Haider Sneider Gelvez, la había amenazado tras su separación.
Jesús Vargas, padre de la joven, viajó desde hace unos días a Bogotá para buscar junto con su esposa a su hija y a su nieta, pues en la última llamada que ella les hizo se notaba temerosa y les pidió ayuda para volver a Cúcuta.
La desaparición
Este padre de familia le contó a Q’HUBO que Marli viajó a Bogotá el pasado 30 de mayo huyendo de su expareja sentimental, junto a su hija, pero este logró dar con su paradero y le llegó hasta donde ella estaba para pedirle una nueva oportunidad.
“Ella se vino en busca de mejores oportunidades, no nos había dicho nada del viaje, y fue el día que se vino que llamó a la mamá para decirle que venía a Bogotá con la niña. Estando en Bogotá, él la buscó otra vez y se fueron a vivir a una pieza en el barrio Santa Fe, pero luego de estar nuevamente 10 días con él, él le volvió a cascar, ella había conseguido un trabajo en un restaurante y él por ahí le hizo un show y la hizo echar”, relató Jesús
Cuentan los padres de la joven que tras este suceso, ella tomó la decisión de alejarse de él.
“Ella aprovechó que él salió a trabajar y se fue para Fontibón, le pidió ayuda a otro hijo que tengo y, él le dijo váyase para tal parte y entonces ella se fue para donde le dijo en Fontibón. Consiguió ayuda de un señor que trabaja en la Plaza de Mercado y él le dio refugio como dos días. Como ella había empezado a trabajar vendiendo cositas en la calle, se fue a un pagadiario en el barrio Atahualpa (Fontibón) donde pagaba 20 mil pesos. Ella nos decía que se iba caminando hasta el Terminal Salitre, que con la niña se gastaban como una hora larga en llegar, y allá vendía sus cosas, ella es muy indep
endiente, entonces se rebuscaba vendiendo sus manualidades”, agregó en el relato el papá.
Como el 1 de julio su ex pareja volvió a buscarla y la siguió hasta el pagadiario donde ella se alojaba, dice Jesús que como ella no lo dejó entrar, el sujeto le pegó, le destrozó el celular y además intentó tirarla del segundo piso.
“Ella tiene fuerza y no se dejó lanzar del segundo piso, ese día intentó llamar a la mamá pero como le dañó el celular, lo hizo hasta la tarde” , dijo el papá.
Dice el padre que su hija se logró comunicar con la mamá a eso de las 3 y 50 de la tarde del 1 de julio, que se notaba asustada y le pidió que por favor le ayudara con la plata para comprar los pasajes para regresar a Cúcuta junto a ellos. Además de esto, le contó que el sujeto la había amenazado, que “si se regresaba a Cúcuta no la dejaría tranquila y que le tenía vigilada la casa a sus papás”.
“La mamá le dijo que sí, ella dijo que iba a averiguar los pasajes y no supimos más. Él sujeto no es el papá de la niña. Mi hija tiene otro niño de 5 años y él está aquí con nosotros. Con este sujeto duraron como 10 meses, pero no teníamos una buena relación por los mismos problemas que habían. A él no lo hemos podido ubicar, como tampoco a ninguno de sus familiares. En el tiempo que duraron juntos supimos que él la maltrataba verbalmente, no sabemos si físicamente también, aunque ellos vivían pegados a nosotros, porque ella tenía su ranchito junto al nuestro, él varias veces intentó que ella vendiera sus cositas para venirse a Bogotá, pero nosotros no la dejamos vender eso”, agregó en esta historia Jesús.
Por lo pronto, los padres de Marli han estado golpeando puertas para poder dar con el paradero de su hija y nieta. Ya interpusieron la denuncia ante Fiscalía, y esperan que en caso que alguna persona tenga información que les ayude a ubicarla, se acerquen a las autoridades.