Los primeros habitantes del barrio Café Madrid elaboraron sus viviendas con tejas de zinc y madera. Como si se tratara de una bella contradicción lo que eran las ruinas de la época dorada del tren se convirtió en el todo de diversas familias marginadas.
Mucho antes de que en el sector se construyeran ‘cambuches’, casas y edificios, a mediados de la década del cuarenta, lo que abundaba en la zona era pasajeros, más que todos comerciantes, cuyo destino era las prósperas tierras del Magdalena Medio.
El lugar llegó a ser tan famoso, que a su alrededor se ubicaban establecimientos de comercio y hasta una cancha, de la que hizo uso el mismo Atlético Bucaramanga para sus entrenamientos.
Vendedores ambulantes de helados, paletas, empanadas y demás, se ubicaban en la estación para ofrecer sus productos a los viajeros que allí se bajaban.
“El Café Madrid era una de las mejores estaciones del recorrido. Los que vivíamos en Barrancabermeja siempre regresábamos con la cabina llena de plátano, yucas, papayas, guanábanas, pescado… La que más aprovechaba era Doña Julia, una mujer que nos cocinaba y nos los lavaba la ropa. De paso alimentaba a su familia y nosotros le pagábamos con el mercado”, recordó Rodrigo Monsalve, de la Asociación de Pensionados de los Ferrocarriles Nacionales.
Un hogar no tan de paso
Fue hacia la década de los 70 que nuevos sistemas de transporte, el paramilitarismo y el desplazamiento fueron dejando en abandono dichas instalaciones. Finalmente, en 1991, fue liquidado Ferrocarriles Nacionales de Colombia y hasta ahí llegó el tren. La estación se convirtió en parqueadero de tractomulas y camiones de carga, así como espacio de talleres de mecánica.
Hasta que en 1998 sus terrenos fueron utilizados para responder a una protesta de gran parte de los desplazados que no tenían un techo en ‘la ciudad bonita’. La multitud bloqueó la carretera que conduce de Bucaramanga a la Costa Atlántica y el alcalde de ese momento no tuvo más remedio que prometer la reubicación de 180 familias hacia las desocupadas bodegas de la empresa Ferrocarriles Nacionales como un “hogar de paso”. Sin embargo, lo temporal se volvió permanente para algunos.
Recordatorio de fuego
Además del olvido histórico por parte de administraciones municipales y goberación, los residentes del ‘Café’ tuvieron que sobreponerse a las fuertes llamas de un gran incendio en 2012. El fuego consumió diversas bodegas, gran parte de la estación y las pertenencias de más de 250 familias.
Los vecinos del sector aseguran que entre las ruinas se observaba con frecuencia consumidores de alucinógenos y habitantes de calle.
Muestra de su ocupación eran los ladrillos raspados y partidos, en los pocos muros levantados que quedaban.
Sin embargo, el panorama cambió cuando el Ministerio de Cultura autorizó el proyecto de intervención de la Estación Café Madrid en 2016 y desde entonces abundan las promesas de un ‘nuevo Café Madrid’.
Pero sólo tres años después asomó la mirada de los entes públicos, se construyó una ludoteca funciona como centro de la Escuela Municipal de Artes, EMA.
Y en 2023 se repotenció la mítica cancha de tierra de la zona. Oportunidad que funcionó para homenajear al ídolo ‘leopardo’, José Américo Montanini, bautizando el recinto con su nombre.
Transporte
Por la vía principal del barrio se moviliza la ruta Ciudad Norte, número 21 de la empresa Transcolombia, los habitantes del sector se sienten satisfechos con el servicio que presta, ya que cada 5 minutos pasa el recorrido. Eso sí, el predio que funcionaba como terminal de los buses verdes con amarillo ya no está en funcionamiento y ahora está ocupado por privados, quienes construyeron en el lugar.
Salud
El centro de salud de Café Madrid está ubicado justo al lado del Cai, más específicamente en la calle 34 Norte #8 A Bis – 18. Sus habitantes afirman que el servicio que se presta es óptimo y que las citas se programan de manera ágil debido a la presencia de cinco profesionales de la salud.
Educación
Escuela Café Madrid cumplirá 21 años educando a los niños del barrio. Desde 2003 la institución cuenta con la presencia de la Corporación Educativa Minuto de Dios. Hoy en sus instalaciones reina la disciplina y el impulso por la investigación donde destacan docentes como el ingeniero de sistemas, Javier Alberto Carrillo Quintero, quien cambió la vida de sus estudiantes con la robótica. Son alrededor de 1.500 estudiantes que hacen parte del colegio.
Seguridad
Con tres cámaras de seguridad instaladas que captan la imagen en 360 grados, los vecinos tienen que encomendarse a la virgen para que no los roben. “Hace poco más de una semana le robaron a una comerciante a las dos de la tarde y en una esquina donde se encuentra una de las cámaras, aún así no pasó nada” reveló Fernando Plata, edil de la comuna.
Servicios
Gran parte de los vecinos no cuentan con un sistema formal de luz, pero si hay presencia del agua, electricidad y gas. No obstante, la gran falencia es el servicio de Internet. Las obsoletas conexiones de cable coaxial y los planes de datos es lo único que hay en la zona. Ninguna empresa se ha puesto en la labor de instalar fibra óptica o si quiere comprometerse a modernizar el servicio.