El pasado lunes, a la 1:00 de la madrugada, un trágico suceso se sumó a la preocupante estadística de siniestros viales en el área metropolitana de Cúcuta. Carlos Alberto Cárdenas Villamizar, un joven de 27 años, perdió la vida en Villa del Rosario al estrellarse en su motocicleta.
El accidente ocurrió en la vía Boconó, cuando Cárdenas Villamizar, al parecer, perdió el control de su motocicleta Suzuki AX100, de placa NPU03A y chocó violentamente contra el andén. El impacto le causó la muerte de manera instantánea. Las circunstancias exactas del accidente siguen siendo objeto de investigación por parte de las autoridades.
A esa hora de la madrugada, el tránsito vehicular era mínimo y no hubo testigos del hecho. El Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte de Villa del Rosario se encargó de la inspección técnica y el levantamiento del cadáver. El cuerpo de Carlos Alberto permaneció más de 10 horas en Medicina Legal sin ser identificado, hasta que sus familiares fueron notificados a través de publicaciones en redes sociales.
Carlos Alberto Cárdenas Villamizar, vivía en el barrio Motilones con sus padres y seis hermanos. Era graduado de la Institución Educativa Juan Pablo I, trabajaba como domiciliario desde hacía cinco años, combinando su trabajo con su pasión por el fútbol.
“Era la alegría de la familia, la sazón de un carnaval. Humilde, de ambiente, recochero, un gran ser humano”, dijo al diario La Opinión su hermano, describiendo a Carlos Alberto como una persona llena de vida y energía. Con gran esfuerzo, había comprado la motocicleta en la que se accidentó hace dos años. El día del accidente, se dirigía a Villa del Rosario para realizar un servicio.
Los familiares desmienten las especulaciones sobre la causa del accidente, asegurando que Carlos Alberto era un conductor prudente. “Él siempre nos decía que era mero piloto y era demasiado prudente. No sabemos realmente qué fue lo que pudo pasar”, relató su hermano. “Queremos que esto sirva como ejemplo para tener más precaución al volante”.
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Carlos Alberto deja atrás dos grandes sueños: construirle una casa a su madre y jugar fútbol profesional con la dorsal #12. Sus seres queridos lo recordarán siempre por su risa contagiosa y su manera particular de imitar el acento caleño.
Este trágico incidente subraya la necesidad urgente de medidas efectivas para reducir los accidentes de tránsito en la región, preservando así la vida de más cucuteños.
