Un lamentable accidente de tránsito truncó los sueños de Daniel Alejandro Betancourt, un joven de 18 años que aspiraba a convertirse en administrador de negocios y que estaba cursando esta carrera en la Universidad del Quindío.
Daniel, quien recientemente había cumplido 18 años, perdió la vida mientras conducía su motocicleta por la avenida 14 de Octubre en Armenia, conocida popularmente como ‘Los Camellos’.
El joven sufrió una aparatosa caída y se estrelló violentamente contra un poste. El hecho ocurrió el pasado domingo alrededor de las 6:00 p. m., frente a la estación de servicio Texaco, próxima a la empresa de transporte urbano Cooburquín.
Debido a la gravedad de las heridas, Daniel, que se desplazaba en una motocicleta negra con placa FOX-01G, falleció de manera instantánea en el lugar.
Testigos y personas cercanas indican que Daniel perdió el control de la moto porque, aparentemente, fue impactado por un vehículo blanco, cuyo conductor huyó del lugar de los hechos.
Los servicios de emergencia acudieron al lugar, pero lamentablemente, al revisarlo, confirmaron que ya no presentaba signos vitales.
El área fue acordonada para permitir el trabajo de los funcionarios de la Secretaría de Tránsito y Transporte de Armenia (Setta) y del laboratorio móvil de criminalística del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI). Los agentes recopilaron la evidencia necesaria y realizaron la inspección técnica del cuerpo, que fue trasladado a la morgue de Calarcá.
Las autoridades están llevando a cabo una investigación, revisando las cámaras de seguridad y otras pruebas para determinar si hubo otro vehículo involucrado. De confirmarse, se buscará identificar y localizar al conductor para que enfrente el proceso legal correspondiente.
La muerte de Betancourt ha causado una profunda tristeza. Sus allegados lo recuerdan como un joven amable, alegre, responsable, y lleno de sueños.
Daniel cursó su bachillerato en la institución educativa CASD, destacándose por su excelente rendimiento académico y comportamiento. Gracias a su buen puntaje en las pruebas de Estado, ingresó sin problemas a la Universidad del Quindío y estaba en su cuarto semestre de Administración de Negocios.
Además, Daniel era aficionado al fútbol y entrenaba en una escuela en el barrio Santa Rita. El día del accidente, se dirigía hacia el barrio Zuldemayda, a ver a su madre, después de una reunión familiar a la que había asistido invitado por un amigo.
“Era una persona sana, tranquila, que siempre irradiaba alegría y contagiaba a sus amigos y familiares”, comentaron sus seres queridos.