El país está conmocionado por el triste final de Sharit Juliana Mahecha, una adolescente de 15 años que fue hallada muerta dentro de un caño en el municipio San Juan de Rioseco (Cundinamarca), tenía signos de asfixia y todo ocurrió cuando iba rumbo a su casa, después de terminar su jornada escolar.
“Ella era la novia de mi hijo y ellos ese mismo día hablaron, una vez la niña se bajó de la ruta y le dijo que iba para la casa. Después ya no hablaron más. Juliana era una niña que amaba la vida, muy alegre y le encantaba vivir con sus dos abuelos. Nadie se esperaba esto, es algo que nos toma por sorpresa a todos”, le dijo a Q’HUBO Astrid González, suegra de Juliana.
Las autoridades están ofreciendo $10 millones como recompensa para dar con el autor de este feminicidio, pero por ahora la investigación avanza a paso lento.
“Acá en San Juan de Rioseco es muy difícil acceder a cámaras de seguridad. Como los hechos son materia de investigación, por ahora no podemos decir nada. El muchacho de la Sijín nos decía esta mañana que todos eran sospechosos hasta el momento”, resaltó González, quien recuerda que en noviembre del año pasado Julianita, como la llamaban de cariño, recién había celebrado su fiesta de 15 años.
“Juliana era una niña de campo, pero tú la veías y era absolutamente pulcra con sus zapatos, los mantenía blancos. Era una niña muy bonita y ella se sentía hermosa. Uno le decía cualquier cosa y ella respondía: ‘ese es un defecto que tenemos los hermosos’. Con mi hijo compartían mucho, le gustaba mucho tomarse fotos, todo el tiempo se la pasaba con sus abuelos en la finca y era la encargada de hacer los mandados. Cursaba noveno grado”, agregó Astrid.
Por ahora, el clamor de los moradores de este municipio de Cundinamarca, donde ayer realizaron su velorio en el Coliseo de San Juan de Rioseco, es que atrapen con prontitud al asesino.
“Nosotros la vimos el viernes sobre el mediodía, estaba muy bien y muy tranquila; pero ya en la noche no estaba entre nosotros. Ahora la tenemos acá entre un cajón, con las personas a su alrededor pidiendo justicia y esperando que las autoridades hagan lo suyo. Ninguna persona merece lo que le pasó a Juliana y nadie merece el dolor que está padeciendo la familia en este momento”.
Mientras avanzan las investigaciones, los allegados de la hermosa Juliana reciben acompañamiento psicológico para afrontar este duro duelo que hoy les quita el aliento.
