En medio de un caso que ha mantenido en vilo a la comunidad religiosa y a la opinión pública en general, se conoció que en las últimas horas en el Aeropuerto de París, Francia, fue capturado el individuo presuntamente implicado en la desaparición del párroco Rubén Darío Valencia, cuyo paradero ha sido un misterio desde el pasado 25 de abril.
El sospechoso ha sido identificado como Julián Eduardo Cifuentes Gómez, según informaciones proporcionadas por el alcalde de Pereira, Mauricio Salazar. Cifuentes Gómez habría salido del país el domingo y tomó un vuelo con destino a Europa, fue interceptado por las autoridades en la capital francesa.
“En este momento, Julián se encuentra detenido en el Aeropuerto de París, Francia, y gracias a un trabajo conjunto desde la institucionalidad, lo tienen retenido. Se está avanzando con celeridad para emitir una boleta azul por parte de Interpol y lograr la extradición de este individuo de regreso a Pereira, donde deberá responder por su presunta responsabilidad en la desaparición del párroco Rubén Darío”, expresó Salazar.
La incertidumbre en torno al paradero del sacerdote comenzó el pasado jueves, cuando se perdió su rastro mientras se disponía a cumplir una cita con un posible comprador para su camioneta. Posteriormente, se esperaba que asistiera a un almuerzo con otro sacerdote y presidiera la misa vespertina en la Iglesia María Auxiliadora del barrio Turín. Sin embargo, nunca llegó a su destino y su vehículo fue encontrado este fin de semana en un lavacarros en el municipio de Viterbo, Caldas.
Hasta el momento, no se han revelado más detalles sobre el presunto responsable ni sobre el paradero o el estado actual del párroco Rubén Darío Valencia. El caso continúa siendo objeto de investigación por parte de las autoridades pertinentes, en busca de esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
Último video antes de perderse su rastro
Según información obtenida de una cámara de seguridad de una panadería, Valencia Uribe fue visto con su madre en el establecimiento, vistiendo una camisa roja y un pantalón oscuro, portando un maletín sobre su pecho. Este encuentro se produjo antes de una cita que tenía programada para negociar la venta de su camioneta.
El automóvil del sacerdote fue encontrado en un parqueadero en Caldas, con manchas de sangre cuya procedencia aún se desconoce. Las autoridades han avanzado en las investigaciones y se manejan hipótesis sobre posibles responsables, aunque se mantiene reserva en el proceso.
