Como Leider Romo Rojas fue identificado el dragoneante del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, quien fue asesinado de un disparo en su cabeza en la cárcel de mediana seguridad de Buga, Valle del Cauca.
El homicidio de Romo Rojas ocurrió diez minutos antes de las 7:00 de la mañana del martes, 9 de abril. El guardia se dirigía a la cárcel para comenzar su jornada laboral, explicó el Inpec.
Ese mismo días, pero en Tuluá, el dragoneante Nicolás Torres Noreña fue herido en medio de un atentado sicarial en su contra. La gravedad del ataque hizo que tuviese que ser trasladado a la clínica más cercana. Hasta el momento, no se conoce un parte médico oficial.
Tras conocerse este hecho, el Instituto Penitenciario “lamenta y rechaza todo tipo de actos delictivos que atenten contra la vida e integridad de nuestros servidores penitenciarios”, aseguró la institución en un breve comunicado.
Los hechos se presentaron poco después de que el director del Inpec, el coronel Daniel Gutiérrez, recibió una amenaza firmada por Los Magos, una subestructura de la banda criminal La Inmaculada, exigiendo que el Instituto deje de trasladar a sus integrantes.
La escalada de violencia en contra de funcionarios del Instituto fue tomada por el propio coronel Gutiérrez como un “retaliación cobarde” sobre la ofensiva que el Gobierno ha planteado en contra de la extorsión que se origina en las cárceles.
Gutiérrez se dirigió a Buga para participar en un consejo de seguridad con la Alcaldía del municipio, la Policía Nacional, el Ejército Nacional, la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General de la Nación, entre otras entidades.
El objetivo del cónclave fue “revisar la vulnerabilidad, revisar los protocolos y crear una hoja de ruta con el fin de darles más condiciones de seguridad a nuestros funcionarios a la salida y al ingreso” a las cárceles, explicó el director.
Según Gutiérrez, un fiscal delegado exclusivamente a los crímenes cometidos contra miembros del Inpec espera dar resultados frente a las pesquisas sobre los hechos, luego de un trabajo adelantado junto a la Policía, “en los próximos días”.
“No podemos bajar la guardia. Queremos dar un mensaje de tranquilidad, de confianza, a todos nuestros funcionarios, hombres y mujeres, penitenciarios, que día a día trabajan mancomunadamente para resocializar, para vigilar, para custodiar”, señaló el coronel.
El Gobierno nacional mantiene un estado de emergencia carcelaria en todos los centros carcelarios de Colombia desde febrero, luego de múltiples ataques padecidos por el personal del Inpec principalmente en Cartagena (Bolívar), Jamundí (Valle del Cauca) y Tuluá.