En la noche del pasado viernes, 5 de abril, las autoridades de Ecuador ingresaron trepando paredes a la Embajada en México, donde el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador le dio asilo político al exvicepresidente de Rafael Correa, Jorge Glas, quien fue capturado.
“Me acaba de informar Alicia Bárcena, nuestra secretaria de Relaciones Exteriores, que policías de Ecuador entraron por la fuerza a nuestra Embajada y se llevaron detenido al exvicepresidente quien se encontraba refugiado en asilo político”, denunció el presidente de México tras conocer los hechos.
Minutos después la Cancillería de México confirmó que se suspendían relaciones bilaterales: “Ante la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador, México anuncia el inmediato rompimiento de relaciones diplomáticas con Ecuador”.
El Gobierno de Daniel Noboa había rechazado en al menos dos oportunidades otorgarle el asilo político al exvicepresidente de Rafael Correa, Jorge Glas, quien estuvo privado de la libertad entre 2017 y 2022 por hechos relacionados con asociaciones ilícitas y cohecho, pero reivindicó su inocencia cuando la Justicia de Brasil anuló pruebas en su contra.
En 2022 las autoridades de Ecuador pidieron su detención por estar involucrado en presuntos hechos de corrupción en la reconstrucción de una región por el terremoto ocurrido en 2016.
