Jhoan Eduardo Pérez Sarabia no tendrá más oportunidades. Cuatro disparos le quitaron el aliento poco a poco cuando se encontraba en la carrera 50 con calle 26 de Morrorrico.
No era la primera vez que lo atacaban, pero sí la última. El pasado 2 de mayo, un sujeto le pegó un tiro en el muslo derecho. Ya estaba recuperado, pero la muerte lo buscó de nuevo el domingo en la madrugada. En esta oportunidad, el gatillero se aseguró de que los disparos fueran letales.
Llegó la muerte
Jhoan Eduardo, de 28 años, departía con unos amigos en la vía Cúcuta, en la entrada al sector conocido como El Retiro, cuando fue sorprendido por dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta. Los verdugos no durmieron, lo tenían fichado y esperaron el momento perfecto para asesinarlo. Lo acorralaron, no tuvo escapatoria.
El parrrillero le disparó con saña: en un muslo, en la pantorrilla derecha, en un brazo y en la parte izquierda del pecho. Y ahí, ante semejante sevicia, hasta los compinches de Jhoan Eduardo se ‘esfumaron’ igual que los asesinos.
Aún así, cuando todo volvió a la calma lo auxiliaron y lo trasladaron hasta el Hospital Universitario de Santander, HUS, donde fue estabilizado e intervenido quirúrgicamente; sin embargo, murió 11 horas después.
Ahora las autoridades recopilan la información que las ayude a esclarecer el crimen, porque aunque los móviles y los responsables aún no han sido establecidos, investigan si tiene relación con el primer ataque, en el que alias ‘Piti’, sería el autor.
Igualmente, analizan si los delitos que pesaban en contra Jhoan Eduardo serían su sentencia de muerte. Figuraba indiciado en 8 procesos penales, 4 por hurto calificado, 3 por tráfico de estupefacientes y 1 por acto sexual violento.