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El crimen colombiano se ve impactado por la trición de carteles mexicanos

En el ocaso de 2023, Alias Allende, líder de la Segunda Marquetalia en Colombia, cayó ante las Fuerzas Militares. Traiciones, intrigas internacionales y oscuros vínculos emergen en el relato de su caída, revelando una red compleja en el trasfondo de la lucha contra el narcotráfico.

Alias Allende, hasta el 31 de diciembre, era considerado el líder principal de la Segunda Marquetalia en Colombia, pero las Fuerzas Militares informaron que fue abatido. Según fuentes de inteligencia militar consultadas por SEMANA, la caída del guerrillero se atribuye a la traición de carteles internacionales.

Allende fue localizado en el departamento de Nariño, donde las autoridades ofrecieron una recompensa de hasta mil millones de pesos por información que facilitara su judicialización. Después de varios intentos, las tropas lo sorprendieron en el municipio de Roberto Payán, donde dirigía la estructura Alfonso Cano.

La ubicación precisa se obtuvo a través de información recuperada de organizaciones transnacionales dedicadas al tráfico de cocaína, específicamente mexicanas. Según todo indica, los extranjeros lograron determinar el lugar exacto donde Allende celebraría el inicio de 2024 con sus más cercanos colaboradores.

La información habría sido proporcionada por delincuentes involucrados en una guerra interna en el mercado. SEMANA informó que los grupos ilegales de Centroamérica tenían diferencias significativas con Allende por no entregar cinco toneladas de cocaína a mediados de 2023 destinadas a Estados Unidos, principalmente a Nueva York.

Una fuente institucional, cuya identidad se mantiene en reserva, explicó: «La desconfianza de los carteles de la droga habría facilitado el acceso a información valiosa para llegar al capo y desarrollar esta operación militar». Aunque su cadáver no ha sido encontrado, la unidad de inteligencia está segura de su muerte.

La edad y el papel destacado de Allende en la organización criminal llamaron la atención de los investigadores. Con 32 años, lideraba una de las fracciones más violentas de las disidencias de las Farc en el sur de Colombia. También resultó intrigante el hecho de que las personas que lo rodeaban en sus últimos días eran de raza negra, portando fusiles y ametralladoras, siendo él el único de tez blanca. Se sospecha que Allende pudo haber sido influenciado por prácticas de brujería en la región para tener un anillo de seguridad considerado imbatible.

Las Fuerzas Militares mantienen su presencia en el área del enfrentamiento del 31 de diciembre para localizar a los tres sujetos, incluido Allende, que se presume fallecieron. También están en la búsqueda de quienes le custodiaban la espalda y para descubrir la ubicación de posibles depósitos de armas.

Según la teoría de los investigadores, el disidente intercambiaba cocaína por material de guerra y dinero para mantener activa la lucha armada en la región, donde también operan guerrilleros del ELN y las disidencias de las Farc del Estado Mayor Central, lideradas por alias Iván Mordisco, quien está en negociaciones de paz con el Gobierno.

La fuerza pública expresa preocupación por las acusaciones de los delincuentes contra la población civil por la muerte del líder de la estructura de Alfonso Cano. Se han denunciado intimidaciones, amenazas y presiones, y los uniformados han intensificado su presencia para garantizar la tranquilidad de las personas afectadas.

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