En la ‘Ciudad Dulce’, los últimos días han sido amargos. En especial, en el sector de La Cumbre y alrededores donde la semana pasada hubo dos hechos delictivos, uno en el mencionado barrio y el otro entre Miradores del Campo y Prados del Sur.
Esta situación tiene a las comunidades a la defensiva pues sienten que en Floridablanca la inseguridad no mejora, sino que con el paso de los días, se hace aún más difícil mantener la calma y tratar de vivir en tranquilidad.
Una residente del barrio Prados del Sur, declaró a Q’hubo que temen por sus vidas y las de los jóvenes del sector.
“Después de lo que ha sucedido estos días, la verdad a uno ya no le quedan ganas de salir y cuando se sale porque toca, va uno prevenido, a veces a uno de mujer se le complica más, porque los vándalos aprovechan y también como que se ha incrementado el microtráfico y el consumo de drogas, que son las principales problemáticas que convierten a una zona en un sector peligroso.
“Es real que necesitamos acciones urgentes, a veces se preocupan más por otras cosas, por parar motos y pedir antecedentes y eso, pero hay cosas más importantes, como cuidar parques y vigilar calles que se convierten en puntos neurálgicos y propicios para que hagan sus maldades”, precisó.
La preocupación por estos hechos también la comparte la Personería local, pues al conocerse que precisamente las hipótesis de lo sucedido señalan que esto se dio por ajuste de cuentas relacionado con el microtráfico, la líder de esta entidad, María Margarita Serrano, pidió a la Policía y al Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía “una mayor actividad investigativa que permita cortar las cadenas de distribución y consumo de alucinógenos en los barrios”.
“Es prioritario desmantelar las ollas y detener a los jíbaros para liberar a los jóvenes de este infierno, y para ello es fundamental trabajar de la mano con las Juntas de Acción Comunal (JAC) y fortalecer los frentes de seguridad en los barrios”.
Asimismo, pidió a la Administración Municipal “intensificar las campañas de apoyo sicológico y acompañamiento a los jóvenes y adultos consumidores, para lograr que cada día sean más las personas que abandonen este mundo del vicio y de la muerte”.
