“Dice que va a conseguir gasolina para prenderme y asesinarme”. Esa fue la dura y dolorosa frase que una mujer le dijo a un fiscal, cuando instauraba una denuncia por violencia intrafamiliar agravada en contra de su hijo, luego de ser atacada con un palo.
El caso que hoy en día tiene a esta madre de 54 años de edad más tranquila, puesto que su hijo fue enviado a la cárcel, ocurrió el pasado lunes, 18 de diciembre, en un reconocido barrio de Itagüí.
El alboroto comenzó cuando esa mañana la humilde mujer le pidió el favor a su hijo que no se pusiera la ropa que no era de él.
El pedido no le gustó para nada al hombre de 27 años, quien tomó un palo y le pegó. La Policía fue informada, atendió el requerimiento, capturó al señalado agresor y lo llevó al Centro de Traslado por Protección.
En principio los uniformados asumieron el caso como una contravención. Sin embargo, el secretario de Seguridad de Itagüí, Rafael Andrés Otálvaro Sánchez, intervino y explicó que esta situación es un delito oficioso, motivo por el cual fue procesado por violencia intrafamiliar y cobijado con medida de aseguramiento.
No era nuevo
Q’HUBO conoció que este tipo de situaciones familiares no eran nuevas. El sospechoso, quien padece un leve problema mental, presuntamente venía agrediendo a su progenitora desde hace algunos meses, lo que la llevó a buscar ayuda con la Secretaría de Seguridad.
Pero la mujer no era la única que sufría, las nietas eran aparentemente agredidas por el hombre, quien les mordía las orejas y hasta le hacía actos obscenos.
Supuestamente, era tanta la crueldad de esta persona, que una de sus víctimas tuvo que ser intervenida quirúrgicamente luego de una de esas mordidas.