Una fiesta del 8 de diciembre, que disfrutaban varios habitantes del barrio San Jerónimo, en Cúcuta, se vio interrumpida por una repentina riña en la que un hombre resultó gravemente herido a manos de su hermano.
El caso se registró hacia las 7 de la noche, frente a unos establecimientos comerciales de la avenida 1 con calle 1, de este barrio del occidente de Cúcuta, a pocos metros de la vía que lleva a El Zulia, sitio al que llegó Diomar Arenas Guerrero, al parecer, en estado de alicoramiento.
En el lugar se encontraban varios vecinos reunidos, pero una vez Diomar localizó a su hermano Miguel Arenas Guerrero, lo increpó, presuntamente, por una vieja rencilla, desencadenándose una discusión y luego se fueron a los golpes entre ellos.
Los ánimos se caldearon a tal punto, que Diomar Arenas sacó una cuchilla y atacó a su hermano Miguel, propinándole una herida grave en el cuello, según testigos.
Una vez cometido el hecho y por la presión de los vecinos, el agresor lanzó el arma a un matorral, lo que fue aprovechado por los que estaban ahí presentes para inmovilizarlo y mantenerlo hasta que hicieron presencia las autoridades policiales, que procedieron a capturarlo por lesiones personales.
Entre tanto, Miguel Arenas fue auxiliado y trasladado al Policlínico de Atalaya, donde recibió la atención de urgencia, pero por la gravedad de la herida, los médicos lo remitieron a una clínica de mayor complejidad, donde fue sometido a una cirugía, quedando bajo pronóstico reservado.
Llegó de otro lugar
“Todo fue muy rápido y nadie se percató de que el señor que llegó a la cuadra tenía un cuchillo y de repente vimos que se abalanzó contra el hermano y lo hirió. Él no estaba tomando en este lugar y cuando llegó ya venía embriagado, pero después si estaba arrepentido llorando”, aseguraron algunas personas que presenciaron lo ocurrido.
Así mismo, que ante el número de personas que estaban en la avenida de ingreso al barrio San Jerónimo, habían reportado al cuadrante de la Policía para que hiciera una ronda, a fin de que las cosas se mantuvieran en calma, pero que desafortunadamente las unidades de la Policía nunca llegaron, como suele pasar constantemente.