En medio de una pelea ocurrida este jueves entre soldados en municipio de El Bagre fue asesinado el uniformado Kevin David Chaparro Ramírez, subteniente adscrito al Batallón Especial Energético Vial número, quien murió mientras adelantaba un patrullaje en el corregimiento Puerto Clavel.
Según el reporte oficial del Ejército, Chaparro murió en medio de una riña en la que estuvo involucrado uno de sus compañeros, quien le disparó hasta acabar con su vida.
Desde la Brigada lamentaron lo sucedido y aseguraron que desde el momento del reporte enviaron un comité de investigación que permita esclarecer los hechos en los que fue asesinado el suboficial.
Este caso se suma a varios asesinatos y suicidios ocurridos al interior de batallones. Solo en Antioquia ocurrieron este año varios casos graves.
En agosto pasado un soldado adscrito al batallón de Ingenieros N.° 13 General Antonio Baraya del Ejército que opera en el municipio de Ituango, Norte de Antioquia, disparó contra dos de sus compañeros, causándoles la muerte.
Cerca de la media noche, uno de los soldados profesionales que hacía de centinela terminó su turno. Sin embargo, al finalizar su tarea cargó su arma de dotación, hecho que llamó la atención de un cabo segundo.
Este, al inquirirlo sobre el sospechoso comportamiento, recibió varios disparos del militar, causándole la muerte de forma inmediata. La otra víctima del ataque fue otro soldado que, alertado por los disparos, acudió al lugar de los hechos, pero también fue recibido a tiros por parte de su compañero.
También en julio, un soldado que hacía turno de centinela en el batallón Pedro Nel Ospina fue asesinado con arma blanca. Estos casos se suman a los ocurridos en Santa Elena en enero de este año, y en Rionegro, el año pasado.
Estos hechos refuerzan las críticas contra la doctrina castrense actual a medida que se conocen las prácticas inhumanas y criminales a las cuales son sometidos cientos de soldados en todos los batallones del país.
Solo este año, en octubre pasado, se conoció la condena a once años de cárcel contra Jonathan Díaz Angulo, un cabo tercero, que en su condición de instructor militar, ordenó y ejerció actos de tortura en contra de un soldado bachiller en Cundinamarca en 2014.
El Gobierno del presidente Gustavo Petro ha señalado la necesidad de alejar de las zonas rojas del conflicto a los soldados jóvenes, pero las organizaciones en defensa de los derechos humanos le piden que vaya más allá y transforme la doctrina militar pues entienden que la cantidad de casos en los que los problemas de salud mental de los uniformados es un detonante indican claramente que algo no anda bien con la forma en la que el Ejército entrena y trata a sus uniformados.