En medio de la decepción de sus seguidores por la derrota de este domingo en la elección de alcalde de Bogotá, el candidato del Pacto Histórico, Gustavo Bolívar, reconoció que su colectividad cometió muchos errores y recibió un voto de castigo.
“Quiero hacer un llamado a todo el progresismo de Colombia. Hemos cometido muchos errores, y tenemos que —y para esa tarea me comprometo— recorrer toda Colombia para recoger esos pedazos que quedan del Pacto Histórico, para volver a ser la primera fuerza fe Colombia”, manifestó.
Luego, ante la pregunta de un periodista sobre lo que significaba esta derrota para el partido del presidente Petro, indicó:
“El país que creyó que el cambio se podía hacer en pocos meses y se ha desilusionado, es la verdad. Y de una u otra manera, pues siento un voto de castigo hacia el pacto histórico. Pero al final de cuentas, como sucedió en México y como ha sucedido en otros lugares, el Pacto Histórico se va a fortalecer, porque se van a empezar a ejecutar los recursos que se consiguieron con la reforma tributaria”.
La ciudad que tuvo como alcalde al hoy presidente, Gustavo Petro, y que le dio 1.7 millones de votos en primera vuelta el año pasado, rechazó al proyecto político, y al candidato, que el Pacto Histórico quiso llevar a la Alcaldía Mayor.
Ambiente de derrota
“Aquí hubo mano negra”, dijo una mujer que desde antes de las cuatro de la tarde estuvo esperando, en la sede de campaña de Gustavo Bolívar —en la localidad de Teusaquillo—, los resultados del preconteo de las elecciones de Bogotá.
Detrás de ella, el ambiente en el lugar en el que Bolívar estaba dispuesto a escuchar los boletines de la Registraduría era luctuoso. Algunos simpatizantes, que llevaban una camiseta blanca con la imagen de Bolívar —el libertador, no el candidato—, se mostraban indignados, algunos lloraban, algunos mantenían fe luego de más del 70% de las mesas escrutadas.
“El pueblo unido jamás será vencido”, empezaron a gritar las pocas personas que ya empezaban a codearse con personajes relevantes del Pacto Histórico en la capital, como la cabeza de la lista cerrada al Concejo Heidy Sánchez Barreto o la excandidata a la vicepresidencia Ángela María Robledo.
“¿Qué esperaban?”, cuestionó un hombre al que llamaban ‘Manuelito’, quien aseguró que ni en la “dizque izquierda” del país lo quieren por ser crítico del Pacto Histórico y de la forma en la que escogen candidatos, incluyendo al propio Bolívar, a quien nunca quiso ver como aspirante. “Oiga, ¿quiere tinto?”, le dijo otro hombre intentando calmarlo.
En la casa de dos pisos que funcionó como sede de campaña había un salón que antes utilizaron para capacitar a testigos electorales. En el segundo piso, en la zona en la que Bolívar reconoció públicamente su derrota, apenas si había espacio para la prensa y los aliados políticos del alfil del petrismo.
Los cuadros con temáticas indígenas y del conflicto armado se camuflaban entre globos amarillos y rojos, los colores de la bandera de la capital colombiana, la misma que se le escapó al petrismo y a Gustavo Bolívar. “Eso es así siempre, ahorita los jodemos”, dijo un hombre con traje cuando las mesas contadas no sumaban el 40%.
Un futuro entre la escritura y la política
Bolívar, al llegar, fue recibido en medio de abrazos y seguido por, entre otras personas, el representante a la Cámara David Racero y la exministra de Salud Carolina Corcho, quien esta mañana lo acompañó a depositar uno de los más de quinientos mil votos que su candidatura recibió, una cifra que no alcanzaba a ser la mitad de los que logró el ganador Galán.
Gustavo Bolívar admitió abiertamente que su futuro profesional próximo estará relacionado con los libretos, pero dijo que en su tiempo libre hará lo que llamó un recorrido por toda Colombia para recoger “los pedazo del Pacto Histórico”, la coalición gobiernista que, según varios de sus mismos integrantes, se fragmentó de cara a los comicios regionales.
Luego, mientras las personas se retiraban, Bolívar ingresó a una sala junto a buena parte de su comitiva, mientras otra parte buscaba encontrar la manera de que la votación no fuese considerada una derrota.
“¡Ganó el fantasma de Luis Carlos Galán!”, gritó un miembro de la campaña que dijo ser exoficial del Ejército.