Abel Gil Gutiérrez, un desmovilizado y firmante del acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc, fue condenado a pagar 21 años y tres meses de prisión por su responsabilidad en un homicidio ocurrido en Bucaramanga.
El crimen ocurrió el pasado 1 de mayo de este año en el asentamiento humano La Gracia de Dios, en el norte de Bucaramanga, cuando, de acuerdo con la Fiscalía, el hoy condenado se vio inmerso en una discusión con Facundo Amado Amado, su vecino.
“Los hechos se suscitaron en medio de una pelea entre vecinos originada por la poda de unos árboles, en medio de la cual Gil Gutiérrez disparó a la víctima, de 58 años, causándole la muerte”, dio a conocer Marisol Ramírez Rodríguez, directora de Fiscalía de Santander.
El homicida utilizó el arma de uno de sus escoltas de la Unidad Nacional de Protección, UNP, para dispararle a Facundo Amado. Él se encontraba en calidad de protegido por ser un reincorporado a la sociedad civil.
“No pensaba matarlo”
El pasado 4 de mayo, el hoy capturado habló con Vanguardia y entregó su versión sobre lo sucedido aquel trágico día.
Abel se identificaba bajo el seudónimo de ‘Julián Guevara’, en el bloque Magdalena Medio. Nació en San Pablo, sur de Bolívar. Hace siete años se reincorporó a la sociedad civil
“Fuimos a revisar un cultivo de plátano en nuestros linderos porque pensaba sembrar frutos de guayaba. Cuando me encuentro con la sorpresa que el vecino, Facundo Amado, me había dañado mis linderos, que eran una cerca viva con árboles”, manifestó.
De inmediato, Abel le hizo un primer reclamo a su vecino. Volvió a su casa, dice que se tomó un tinto y vio la pistola de uno de sus escoltas de la Unidad Nacional de Protección, que la había dejado en su vivienda. La cogió y se la enfundó en su cintura.
Luego fue a buscar al presidente de la Junta de Acción Comunal del asentamiento para que fuera testigo del reclamo que le iba a hacer a su vecino, con quien desde hace un año tenían inconvenientes por linderos.
“Me disgustó que empezara a grabar con un celular, yo le dije que no lo hiciera. Facundo me insultó y en un momento de ira saqué la pistola, porque él tenía un machete y me estaba amenazando con herirme”, añadió el hoy condenado.
El excombatiente apretó el gatillo, según él, en defensa propia, y lo hirió a la altura de la clavícula, luego se retiró a su vivienda. El maestro de construcción de 58 años fue llevado al Hospital Local del Norte, en donde se confirmó el fallecimiento.
Tras confirmarse la muerte de Facundo, Abel se entregó a la Policía y fue llevado a la Fiscalía, donde dio su versión de los hechos. Por no ser una captura en flagrancia, ese día quedó en libertad, pero vinculado al proceso.
“Yo no pensaba matarlo, lo hice por autoprotección. Desde que salí de las Farc juré que no volvería a huir de la justicia colombiana. Sí me toca irme para una cárcel aceptaré, lo que los jueces digan, concluyó.
El desmovilizado del grupo guerrillero fue capturado 16 días después del crimen. Durante las audiencias concentradas, aceptó su responsabilidad en el homicidio y fue enviado a prisión.