En medio de la pasión, emoción y la competencia que rodea a un torneo deportivo, suelen surgir momentos que tocan el corazón.
Esto sucedió en la más reciente edición de la Copa Yogurcito, en la que se conoció la conmovedora historia de una abuelita que demostró su amor y apoyo incondicional a su nieto, José David Lizarazo, quien participó en el certamen en el que, Ruitoque FC, se coronó campeón.
A lo largo de los juegos, esta abuela entregó su tiempo y su cariño, acompañando a su nieto en cada uno de sus encuentros, a pesar de tener que usar un tanque de oxígeno. En medio de la multitud, su rostro reflejaba una sonrisa radiante y una mirada de orgullo.
Cuando se le preguntó sobre su experiencia, la abuela afirmó que: «Estoy feliz, todos los días uno debe ser feliz. Él es bueno (haciendo referencia a José David), pero tiene que seguir entrenando, quiero que siempre gane, que juegue en la selección Colombia».
Por su parte, Lizarazo, no pudo evitar resaltar el amor y la unión familiar que le brinda su abuela, y la describió como una persona llena de cariño, que siempre está dispuesta a compartir su amor con todos a su alrededor y que nunca se deja llevar por la tristeza.
Esta conmovedora historia es un recordatorio de que el deporte no solo se trata de competencia y victorias, sino también de los lazos que se crean entre las generaciones y el amor que fluye en el seno de una familia.