Un dramático operativo de rescate se desarrolló en la ciudad de Cali con el objetivo de salvar a un bebé de tan solo un año de edad, quien había sido víctima de un secuestro perpetrado por su propio padre.
La madre del niño, llena de angustia, denunció que el hombre se negaba a devolver al pequeño y había hecho amenazas e incluso de muerte, en un intento desesperado por obtener la custodia del niño.
La Policía de Infancia y Adolescencia, respaldada por profesionales en acompañamiento psicosocial, emprendió una delicada misión destinada a proteger la vida del indefenso bebé.
Después de horas de tensas negociaciones, finalmente lograron persuadir al padre para que llevara al niño a un centro de atención médica para un chequeo de rutina.
El impactante momento que siguió quedó registrado en video cuando una persona aparentemente ajena a la situación intervino valientemente y rescató al bebé de los brazos de su padre.
En ese preciso instante, varios agentes de policía entraron en acción y llevaron a cabo con éxito el rescate del bebé.
El coronel Wilson Javier Parada, subcomandante de la Policía en Cali, proporcionó detalles impactantes sobre el operativo:
«Nuestras unidades lograron persuadir a esta persona y la condujeron a pie hasta un centro hospitalario. Este individuo sostenía a su hijo mientras lo amenazaba con un arma punzocortante. Finalmente, cuando llegaron al centro médico, nuestras unidades policiales, en colaboración con la seguridad del hospital, lograron rescatar al menor de edad sano y salvo».
El padre tenía antecedentes judiciales
Lo más alarmante de este caso es que el secuestrador ya tenía antecedentes penales.
Había cumplido una condena de 12 años en prisión, aparentemente por homicidio, y entre sus víctimas se encontraba su propia hija, una niña de tan solo 6 meses, en un trágico incidente ocurrido en 2006.
Así fue el rescate:
La rápida y efectiva respuesta de las autoridades y la valiente intervención de un ciudadano desconocido han conducido a un desenlace positivo en este caso de secuestro, proporcionando al bebé la oportunidad de crecer en un entorno seguro y protegido.
Las investigaciones seguirán su curso para determinar las consecuencias legales para el secuestrador y garantizar la seguridad a largo plazo del menor.