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El ataque de sicarios en La Españolita al parecer se debió a un ajuste de cuentas

Piedecuesta lleva semanas sumido en un baño de sangre que ayer en la madrugada tuvo su peor capítulo. Una aparente disputa entre trabajadoras sexuales sería la causa de un feroz ataque de sicarios perpetrado en La Españolita.

Nahiyibeth Anais Silva González, de nacionalidad venezolana y Yasseny Karina Urdaneta Fernández, colombiana, habrían sido ‘sentenciadas’ -al parecer- por diferencias con compañeras.

Al despuntar el día se subieron en un taxi que las llevaría a casa. Ellas pensaban en el descanso quizá, mientras el taxista, Julián Alexander Serrano, en que cuadraría la tarifa con el ‘viaje’ a aquel municipio del área metropolitana.


Sin embargo, los asesinos habrían de seguirlas desde que abordaron en la carrera 33, cerca a la Plaza Guarín de
Bucaramanga.

Cuando llegaban al retorno de La Españolita, dos sujetos a bordo de una motocicleta se aproximaron por el flanco
derecho del vehículo. El parrillero desenfundó su arma y los atacó a todos, sin contemplación.

Tres impactos de bala quedaron marcados en el «amarillo» y varios casquillos quedaron sobre la vía./Foto: Jaime Moreno

El conductor, quizá al sentir el fogonazo que también lo tocaba, orilló. Yasseny Karina Urdaneta Fernández, murió casi de inmediato. La otra sobrevivía…

Karina Urdaneta recibió tres impactos de bala. Murió de inmediato en el lugar de los hechos./Foto: Suministrada.

Quienes iban por la autopista así como algunos pobladores de la zona corrieron a ver si podían hacer algo, pero tuvieron que esperar a que llegaran los profesionales de la salud y la Policía. Los paramédicos confirmaron que Karina no tenía signos vitales, recibió tiros en la cabeza, brazo y abdomen.

Ella y Julián Alexander Serrano, conductor del “amarillo” quedaron mal heridos. Fueron trasladados al HIC de Piedecuesta, donde ingresaron de inmediato a cirugía. Horas más tarde, las autoridades confirmaron que Serrano, de 35 años, no resistió la intervención quirúrgica y falleció.

Mientras, allá en la autopista, la Sijin de la Policía realizaba de manera acuciosa el levantamiento del cuerpo de Yasseny Karina.

La Sijin de la Policía Metropolitana de Bucaramanga realizó el levantamiento del cuerpo y la inspección técnica del lugar del crimen./Foto: Jaime Moreno.

Los trabajadores de ese sector que apenas llegaban a cumplir sus labores quedaron horrorizados cuando se enteraron de lo sucedido.

“Yo vivo aquí cerca y escuché la ‘tanda’ de plomo, fueron como 10 disparos pero no me atreví a salir, me vine más tarde”, contó un empleado de una ferretería.

Asesinatos, venganzas, riñas y disputas causan terror entre los ‘garroteros’.

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