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Motociclista murió tras colisionar contra un camión en la vía a San Alberto, sur del Cesar

En el municipio de El Playón, Santander, lloran la partida de José Albeiro Pabón Rojas, de 29 años, por cuenta de un accidente de tránsito.

El pasado lunes 3 de julio en la tarde, la víctima iba al mando de su motocicleta, de matrícula QFX-84G y de color rojo, por el corredor vial que de Bucaramanga conduce a San Alberto, sur del Cesar. Un niño de 8 años, sobrino suyo, lo acompañaba en calidad de parrillero.

Justo en el kilómetro 76+300 de esta vía nacional, en jurisdicción de La Esperanza, Norte de Santander, José Albeiro, en hechos que son investigados, se chocó de frente contra un camión turbo, de placas WFD-529.

Del golpe, el motociclista y el niño salieron volando, quedando tendidos en la vía. Conductores que pasaban por el lugar reportaron el hecho y la ayuda no tardó en llegar. Paramédicos en ambulancia prestaron los primeros auxilios, trasladando a Pabón Rojas y su sobrino al Hospital Regional Occidente de La Esperanza.

El menor, de acuerdo con las autoridades, sufrió tan sólo laceraciones en la rodilla izquierda mientras que el hombre de 29 años tenía un trauma craneoencefálico severo.

Pese a todos los esfuerzos por prolongar su existencia, minutos después perdió la vida a consecuencia de las heridas.

La Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía de Santander hizo presencia en el sitio de los hechos para levantar el croquis respectivo del accidente. Por ahora, según las autoridades, la hipótesis obedecería a una posible invasión del carril por parte de la moto.

El cuerpo de la víctima fue llevado hasta la morgue del Instituto de Medicina Legal en Bucaramanga para adelantar la necropsia.

¿Quién era José?

Q’hubo conoció que Pabón Rojas era oriundo de El Playón, en donde residen la mayoría de sus familiares, incluido sus padres en la vereda La Gloria.

Por cuestiones laborales se había ido a vivir al corregimiento La Pedregosa, en La Esperanza, ubicado a pocos minutos de San Alberto, puesto que estaba vinculado con la empresa Indupalma. Dejó dos pequeños hijos huérfanos.

“Era un muchacho muy trabajador, servicial y echado pa’ lante. Muy dolorosa su partida de este mundo”, dijo un ser querido de la víctima.

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