Sobre la muerte del teniente coronel de la Policía Óscar Dávila Torres ya empiezan a generarse todo tipo de cuestionamientos. Dávila era uno de los uniformados que estaba siendo investigado por el presunto uso irregular del polígrafo durante el interrogatorio que se le practicó a Marelbys Mesa, exniñera de la entonces jefa de gabinete, Laura Sarabia, para el gobierno Petro.
El coronel se dedicaba a resguardar la seguridad del jefe de Estado, a través de la coordinación de la Protección Anticipada de la Presidencia, y a quien le habrían encomendado la misión de recuperar el dinero que se le había perdido de su casa a Sarabia, motivo por el que se presume, él decidió acudir a la prueba de polígrafo.
Su cuerpo sin vida fue encontrado en la noche de este viernes 9 de junio al interior de una camioneta en la localidad de Teusaquillo, cerca al barrio Palermo, ubicado en la calle 22 con carrera 48, frente al conjunto residencial Prados El Salitre, de la ciudad de Bogotá, y según informó el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, el coronel Dávila tenía un disparo en la cien, lo que le habría ocasionado la muerte.
También reveló la autoridad que el hecho se presentó mientras el policía que se encargaba de custodiarlo fue a comprarle una botella de agua, que su mismo superior le había solicitado, por lo que no estuvo presente en el momento de los hechos. Fue él quien encontró al coronel sin vida y dio aviso sobre su hallazgo.
Así mismo, fuentes cercanas a la presidencia dijeron a medios como El Tiempo que la camioneta Nissan Frontier, FWX914, en la que se movilizaba el teniente coronel de la Policía Óscar Dávila, era modelo 2019, estaba matriculada en Manizales, y le había sido asignada desde la Dirección de Protección y Servicios Especiales.
Además, el medio también recogió que las autoridades ya dieron la orden de investigar si el oficial usó su arma de dotación para quitarse la vida, además de que se inspeccionará el apartamento 703 del conjunto residencial Prados de El Salitre, lugar en donde solía hospedarse el uniformado.
La muerte del teniente coronel Dávila llega después de que este solicitara un espacio de escucha con la Fiscalía, a través de una carta dirigida directamente al fiscal Francisco Barbosa, en la que este le manifestaba su “absoluta disponibilidad” para dirigirse hasta su despacho, y responder no solo por el uso del polígrafo, sino por las chuzadas a las que habría sido sometida Marelbys Mesa, y Fabiola Perea, quienes servían a Laura Sarabia desde hacía un buen tiempo en su casa.
“Reitero mi disponibilidad de presentarme en fecha y hora que se señale para ser escuchado en diligencia de interrogatorio (…) Reitero mi interés de colaborar con la correcta administración de justicia y me pongo a su completa disposición para contribuir al esclarecimiento de los hechos que son materia de investigación”, señaló el coronel en su carta.
Frente al caso ya se pronunció el presidente Gustavo Petro, quien aseguró a través de su cuenta de Twitter que todo se trató de un suicidio, mientras que abogados como Miguel Ángel del Río, quien ha sido bastante cercano al petrismo, dice que el uniformado le había dicho en una ocasión que estaba siendo víctima de amenazas y de la persecución del mismo ente investigador. Sin embargo, los motivos de su muerte aún son materia de investigación.