El lamentable caso de intolerancia vincula a Abel Gil Gutiérrez, alias ‘Julián Guevara’, exmiembro del Bloque Magdalena Medio de las Farc y que hace siete años se había reincorporado a la sociedad civil como firmante de la paz y en la actualidad contaba con dos escoltas de la Unidad Nacional de Protección.
El exguerrillero de 53 años se vio involucrado en un homicidio que ocurrió a las 6:52 de la madrugada del lunes festivo en el asentamiento humano Gracias de Dios, al norte de Bucaramanga.
La víctima fue un hombre identificado como Facundo Amado Amado, de 59 años de edad, dedicado a labores de construcción, que murió por un disparo con una pistola que le ingresó por la clavícula. Vivía en el lugar y era vecino de su agresor.
De acuerdo con un testigo, a las 6:30 de la mañana, Facundo estaba haciendo la poda de unos árboles, presuntamente, que estaban en predios de Abel Gil.
Allí se generó una discusión por linderos. Tras un fuerte intercambio de palabras, el excombatiente tomó una pistola, que sería de su escolta de la UNP y le propinó un disparo.
“Pues este señor que vive acá en el sector amenazaba a todos con sus escoltas. El vecino estaba ahí podando unos árboles y se levantó a pelear”.
Facundo quedó en el suelo agonizante. Fue auxiliado por residentes del asentamiento y uniformados de la Policía que lo trasladaron al Hospital Local del Norte.
Pese a los esfuerzos de sus conocidos, los médicos del centro asistencial aseguraron que llegó sin signos vitales.
El presunto agresor, después de accionar el arma de fuego, intentó esconderse en su residencia, pero ante la llegada de los policías del cuadrante, decidió entregarse de manera voluntaria y contar su versión de los hechos.
Los uniformados trasladaron al ‘firmante de paz’ hasta la Estación Norte y después fue presentado ante la Fiscalía en Bucaramanga, donde se esperan las audiencias para que responda por el delito de homicidio.
De Abel Gil, además se conoció, que aspiraba a una curul en el Concejo de la ciudad por el partido Comunes.
El arma del escolta fue incautada. Se investiga una versión que la persona que lo custodiaba fue la que le pasó la pistola.
La agresión también se habría presentado porque la víctima habría grabado con su celular al exguerrillero.