Los hechos ocurrieron en el 2016, cuando al parecer el ahora asegurado -aprovechándose de que tenía un establecimiento de comercio donde la víctima, una menor de 8 años y su familia frecuentaban- habría abusado de la niña en repetidas ocasiones.
La madre de la menor, al notar el comportamiento extraño en su niña, le preguntó qué le ocurría y la menor habló.
De inmediato interpuso la denuncia en la Fiscalía.
Durante dos años, el CTI investigó los hechos y reunió pruebas para obtener la orden de captura que hicieron efectiva el miércoles varios agentes que interceptaron al pervertido en vía pública del casco urbano del municipio.