Luego de que saliera a la luz la violencia que ejerció el caricaturista Matador contra su esposa, en periódico El Tiempo, medio en el cual el caricaturista publica su trabajo, decidió suspender la participación del artista, enviando de esta manera un mensaje de rechazo frente al comportamiento de su colaborador.
El diario, que ha liderado por varios años la campaña No es hora de callar y que ha evidenciado la gravedad de los casos de violencia que sufren cientos de mujeres del país, le notificó al caricaturista la decisión, la cual no fue muy bien tomada.
El periódico emitió un comunicado en el que indicaron que: “Silenciarse frente a estos hechos es legitimar los comportamientos violentos que nos impiden alcanzar la equidad que la sociedad hoy demanda”. Además, afirmaron “que cada día 265 mujeres viven hechos lamentables en este sentido”.
La denuncia la dio a conocer el abogado Abelardo de la Espriella, quien se encargó de enviar una carta al director del periódico, el periodista Andrés Mompotes, donde le pedía retirar a Matador del diario porque en el año 2013 “golpeó y violentó a su señora esposa”.
El abogado publicó la denuncia que la mujer interpuso en su momento ante las autoridades. Matador, de nombre Julio Cesar González, fue capturado por esta denuncia el 23 de agosto del año 2013. El caso fue conocido por la patrulla del cuadrante 18 de la ciudad de Pereira.
En la denuncia, la mujer dio a conocer que la agresión se inició debido al estado de embriaguez en el que se encontraba Matador. “Mi esposo se encontraba ingiriendo bebidas alcohólicas, como es de su costumbre. Empezó a decirme que habláramos porque, según él, yo tenía otra persona”, comenzó su relato Alejandra María Valencia.
Por cuenta de la violencia que vivía en ese momento, se encerró en el baño y decidió llamar a la Policía. También le marcó a su suegra. Todos llegaron a auxiliarla. Cuando le preguntaron si estaba dispuesta a poner la denuncia, ella contestó que sí. Y acompañó a las autoridades a una sede de la Fiscalía donde contó los hechos.
El caricaturista decidió no pronunciarse con respecto a la denuncia interpuesta hace algunos años, pero por otro lado le echó la culpa de su salida del periódico a los “corruptos” que hoy celebran su caída.