El crecimiento de muchas de las economías de América Latina, luego de los impactos de la pandemia, fue impulsado por un factor en común: el mayor consumo de las personas. Sin embargo, estas dinámicas de compras en bienes y servicios no fueron las mismas, pues la cultura, estructura económica y cosmovisión de sus habitantes es diversa.
De acuerdo con un informe de la consultora Raddar CKG, entre las actividades que impulsaron el crecimiento de las economías de la región en 2022 se encuentran el comercio, las actividades de alojamiento y servicios de comida, y el transporte y almacenamiento. No obstante, este comportamiento del gasto interno no se dio en las mimas dimensiones.
Por ejemplo, mientras en Chile el gasto en bebidas alcohólicas y tabaco es el más significativo de la región, impulsado principalmente por el alto consumo en cerveza y vino; en Perú el gasto de sus habitantes se concentra en los restaurantes y hoteles, como resultado de la buena dinámica de este sector, que tiene la gastronomía más famosa de la Latinoamérica (ver gráfico).
En el caso de Colombia, el mayor gasto se da en alimentos y bebidas no alcohólicas, y en vivienda y servicios básicos. Por su parte, en Honduras las prendas de vestir y el calzado fue la categoría que más peso tuvo, dada la importancia de la industria textil en Centroamérica.
Es de anotar que aunque Colombia es uno de los países de la región donde los hogares destinan una mayor proporción de sus ingresos a gastos en comida y vivienda, este último sector ha mostrado una desaceleración en el país, dada principalmente por el aumento en los precios de adquisición de vivienda, los arrendamientos, servicios públicos y el incremento en los precios de productos de aseo para el hogar.
En cuanto a los alimentos, el panorama no es muy distinto. Según Raddar, Colombia es el país de la región que presenta una mayor inflación de alimentos. “El IPC durante todo 2022 fue uno de los principales problemas que aquejó a las economías de Latinoamérica; sin embargo, esta dinámica se desaceleró para el cierre de 2022, a excepción de Colombia, que fue el único país de la zona donde continuó repuntando la inflación jalonada principalmente por los precios de los alimentos”, apuntaron los analistas de la consultora.
En general, se evidenció que en todos los países latinoamericanos se registró un mayor gasto en productos no durables, compuestos principalmente por alimentos y productos de aseo.
Gastos, cuatro meses cayendo
De acuerdo con el informe Gastometría de Raddar, en febrero de 2023 el gasto de los hogares colombianos decreció 2,9 % frente al mismo mes del año pasado, debido principalmente a la inflación, que aún no cede terreno, y al crecimiento en el servicio de deuda.
“La colocación crediticia en el mes de febrero tuvo una desaceleración bastante pronunciada, lo que pudo ser efecto del crecimiento de la deuda, ya que muchos hogares pueden estar priorizando el pago de deudas ante las alzas de las tasas de interés. Así mismo la colocación con tarjetas de crédito ha venido disminuyendo, lo que puede dejar en evidencia que los hogares solo están realizando gastos con su ingreso disponible”, afirmó Camilo Herrera, CEO de Raddar.
De esta manera, en febrero se observó la mayor caída en la colocación de gasto por medio de créditos de consumo de los últimos años.
“La pérdida de capacidad de compra por la inflación de alimentos y el aumento del servicio de deuda ha cambiado el bolsillo de los hogares, tanto, que ahora es más importante el precio que el producto y esto hará que el consumidor reciba menos beneficios y baje su percepción de calidad de vida”, dijo Herrera.
Los que aún no se recuperan
De acuerdo con el estudio, Ecuador y México son las únicas economías analizadas de la región que aún no han recuperado sus niveles previos a la pandemia.
“En el caso de Ecuador, el duro golpe de la pandemia trajo consigo una fuerte contracción de la economía, que también se vio afectada por la invasión de Rusia a Ucrania, que tuvo como efecto colateral el cierre de importantes mercados para exportaciones como el banano ecuatoriano. Además, los efectos del paro nacional, que tuvo lugar a mediados de año, sobre la actividad productiva del país podrían haber impedido una adecuada recuperación de la economía”, indicaron los analistas.
Para el caso de México, explican, esta dinámica puede deberse a que sectores como la construcción, la minería, el hospedaje, los restaurantes y las actividades gubernamentales aún no han recuperado sus niveles previos a la pandemia.