Mariana* todavía se siente incapaz de hablar de lo que le sucedió en la madrugada del sábado 18 de marzo. Después de abordar un vehículo de la plataforma Indriver –que se supone la llevaría de manera segura a su casa después del trabajo–, terminó siendo abusada sexualmente
La mujer trabaja en un bar del municipio de Itagüí y la dinámica de su labor le obliga a transportarse a altas horas de la noche. Para garantizar su traslado hasta Robledo –barrio de Medellín en el que reside–, pactó con un conductor de la aplicación que la recogiera todos los días.
Mariana abordó, hacia las 4:30 de la madruga de ese sábado, un vehículo Chevrolet Joy a la salida de su trabajo. En los primeros 15 minutos del trayecto conversó de “manera normal” con el conductor.
“Recuerdo que íbamos conversando y después perdí el conocimiento”, relató Mariana.
La joven despertó hacia las 7:00 de la mañana. Mariana se sentía confundida y mareada. El viaje, que en teoría debía durar una hora como máximo, terminó siendo de dos horas y media.
“El tipo me despertó, me dijo que ya habíamos llegado y que debía bajarme rápido porque tenía mucho afán. Estaba muy mareada. Le pregunté por qué se había demorado tanto y respondió que había mucho tráfico”, recordó Mariana.
Mariana ingresó a su habitación y, antes de caer rendida por los efectos del mareo, alcanzó a escribirle a su compañera de apartamento, Keiry Muñoz, que se sentía abusada.