El ‘boom’ de Severo Sinvergüenza ha permitido que sus dos meseros se vuelvan famosos, siendo uno de ellos el que más ha llamado la atención de las clientes y de las personas que hablan de este sitio.
Ahora bien los dueños del lugar le han puesto la cara a la polémica y se encuentran haciendo gira de medios en Bogotá.
En este sentido, los creadores de Severo Sinvergüenza son dos emprendedores. Quienes usaron la idea que existe en muchos lugares del mundo, pero le dieron un toque más atrevido que provocó muchos comentarios en el país.
¿Quiénes son los dueños?
Laura Nieva y Víctor Wagner son las dos personas que crearon este negocio del que opinaron varios famosos colombianos, incluido James Rodríguez.
En redes sociales y en las diferentes entrevistas han manifestado que son pareja y estas son algunas de las fotografías en las que se demuestran amor.
Estas son las imágenes que ha compartido la empresaria y que poco a poco han empezado a recibir mensajes de mujeres que apoyan su restaurante y de hombres que la elogian por su físico.
“Estoy dispuesto a lo que sea”: el Severo Sirvengüenza con el que todas quieren
Ya se va a cumplir una semana desde que se viralizaron los polémicos videos del negocio ‘Severo Sinvergüeza’. Y todos en Cali siguen hablando de esto.
Es más, cada día crece la curiosidad por ir a conocer el lugar y de paso, al mesero que lo atiende. Quien se convirtió sin buscarlo, en el nuevo sex symbol de las caleñas.
Él es Ray Cabrera, un joven de 27 años, venezolano y modelo de profesión. Llegó hace cinco meses a trabajar en ‘Severo sirvengüenza’ y todo según él, “porque siempre me ha gustado trabajar con público y porque me gusta la temática del sitio”.
Y es que hay que darse una pasadita por el Parque del Perro para ser testigos de la fila de mujeres a las afueras del lugar, gritando eufóricas por poder ingresar y no necesariamente a degustar los wafles artesanales que ofrecen el negocio.
Todo hay que decirlo: ¡todas quieren un ‘ratico’ con este ‘Severo sinvergüenza’ y por supuesto, Q’hubo también lo quería. Hablamos con él:
