Aunque por fortuna ya se encuentran estables, al Hospital Universitario de Santander, HUS, llegaron esta mañana siete niños con registros de intoxicación alimentaria. Entre los principales síntomas que evidenciaron los menores estuvieron los del vómito y diarrea. “Por lo general, estos cuadros no son graves en personas sanas, pero en ocasiones pueden causar deshidratación o síntomas más serios”, rezó el parte oficial.
Los menores llegaron procedentes del hogar infantil ‘Piolín’, adscrito al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, en el barrio Campohermoso. Este tipo de guarderías son las que funcionan en las casas hogares de los barrios populares.
De acuerdo con el gerente del citado centro asistencial, Edgar Julián Niño Carrillo, los menores ya fueron atendidos y se recuperan de manera satisfactoria: “De hecho, a seis ya se les dio de alta y el restante seguirá en observación. Se estima que en la tarde pueda salir”.
Se presume que el cuadro de intoxicación obedeció a la ingesta de los tradicionales desayunos que se les ofrecen a los menores; sin embargo, esa hipótesis está por confirmar por parte del personal médico.
Vale recordar que hace unas semanas se registraron protestas de las madres comunitarias de Bucaramanga, entre otras cosas, por una presunta “vulneración de los derechos de los niños”. Ellas denunciaron que no han recibido las debidas asignaciones económicas durante los últimos meses.