El estudio del Impacto del incremento del costo de vida para las mujeres realizado por Avon y Gentedemente en varios países de Latinoamérica muestra que la mayoría de las mujeres encuestadas considera que la situación de su país y su situación personal es peor que el año anterior. Cuando aumenta el costo de vida, las mujeres abandonan principalmente los gastos eventuales y personales, mientras que los gastos en los hijos y en el hogar disminuyen de frecuencia pero no se dejan de hacer.
En este estudio, en el cual se entrevistaron a 2.667 mujeres de Colombia (568), Argentina, Chile, Perú y México, se evidencia que cuando aumenta el costo de vida lo que más abandonan las mujeres son gastos eventuales (39%) y gastos personales (28%). Los gastos en los hijos y en el hogar disminuyen de frecuencia, pero no se dejan de hacer (los de los hijos son los más inamovibles en un 18% de las encuestadas).
En Colombia, el 23% de las encuestadas dijeron estar mejor económicamente que antes, y el 65% de las mujeres toman en cuenta los ingredientes de los productos cosméticos para determinar si son de buena calidad al momento de realizar una compra.
Además, el 89% de las mujeres considera que los productos de belleza de venta directa tienen una calidad igual de buena que aquellos que se compran en cualquier tienda. A nivel regional, ni el precio ni la marca son garantía de calidad para las mujeres.
Además de estos resultados en cuanto a las decisiones de compra por las que han optado las mujeres para contrarrestar el aumento del costo de vida, se analizó también su comportamiento respecto a la adquisición de productos de cuidado y belleza, así como su actitud frente a las marcas de venta directa.
En Colombia, la decisión de compra para el 65% de las mujeres del estudio está impulsado por los ingredientes de los productos cosméticos para determinar si son o no de buena calidad, mientras que el 38% de ellas relaciona un mayor costo de los productos con una mejor calidad. En cuanto a productos de marcas económicas, el 30% de las colombianas aseguran que brindan el mismo resultado que los más caros.
Un aspecto revelador para las empresas de venta directa de productos de belleza en el país, es que el 89% de las mujeres considera que éstos tienen una calidad igual de buena que aquellos que compran en cualquier tienda.
A nivel región, ni el precio ni la marca son garantía de calidad para las mujeres, que se distribuyen casi por igual entre las que creen que si, las que opinan lo contrario y las que se mantienen neutrales.
“La propuesta de Avon de romper estereotipos pasa también por desmitificar que los productos de esta industria tienen que ser “caros” para ser buenos. Según este estudio las colombianas han descubierto en portafolios como el nuestro que la combinación entre calidad y accesibilidad es posible. Creer que lo costoso, lo exclusivo, lo que es para pocos (universo reducido por poder adquisitivo) es lo bueno, es un mito. Laboratorios propios, patentes únicas, investigación social están detrás de nuestra propuesta de belleza: inclusiva, diversa y democrática. Avon pone al servicio de todos calidad, tecnología e innovación a valores justos”, sostiene María Adelaida Saldarriaga, Gerente General de Avon Colombia.
En línea con esto, el estudio tuvo en cuenta que muchas de las mujeres encuestadas buscaban alternativas más económicas para sus compras regulares. En promedio, un 25% de las mujeres colombianas encuestadas sostuvo que en aspectos como gastos básicos del hogar y gastos relacionados con los hijos tuvieron mayor migración a alternativas más económicas sin cambiar la frecuencia de compra y se podría concluir, que sin sacrificar la calidad.
Si bien, el incremento del costo de vida es un fenómeno no solo latinoamericano sino global, es importante considerar otros aspectos externos que pueden afectar las economías familiares y tener en cuenta los cambios en los comportamientos de consumo que esto supone. Los productos low cost y alternativas más económicas de las ya existentes son una estrategia de venta que pueden aplicar las empresas y las grandes marcas de consumo masivo.