Durante la instalación de la primera Mesa Nacional para el Control de Mercurio, la procuradora general de la Nación, Margarita Cabello Blanco, hizo un vehemente llamado a combatir la minería ilegal que se presenta en diferentes rincones del país, con especial énfasis en California (Santander).
En este municipio hay prácticas con mercurio, que están poniendo en riesgo las fuentes hídricas que abastecen de agua potable a miles de santandereanos
Cabello resaltó la labor de la Veeduría Ciudadanía Activa Santandereana (Casa), quien ha denunciado la grave situación de contaminación en el río Suratá, así como el creciente fenómeno de minería ilegal cerca y dentro del Páramo de Santurbán.
“El señor Vásquez notó esta situación generada por actividades mineras ilegales en el municipio de California, pero lamentablemente, las autoridades no atendieron eficientemente el llamado de este ciudadano. Hace más o menos seis meses, a mediados de 2022, la Procuraduría General de la Nación conoció estas denuncias, se puso en contacto con el señor Vásquez, generó una alerta ambiental, inició investigación disciplinaria contra la alcaldesa del Municipio de California y convocó a una mesa regional con el fin de articular a todas las entidades para atender esta problemática”, recalcó afirmó Cabello Blanco.
Ramiro Vásquez Giraldo, veedor y representante de la Veeduría Ciudadanía Activa Santandereana, fue el único invitado de la sociedad civil a intervenir en la Mesa Nacional para el Control de Mercurio.
Expresó su inconformidad por la contaminación de este elemento químico en la Quebrada la Baja y el río Suratá, así como la afectación en la Planta de Agua de Tratamiento de Bosconia y la comunidad rural de Bucaramanga, más la preocupación por la extracción mineral ilegal.
“Para mí, la protección de los recursos públicos, la defensa de los derechos de las comunidades menos favorecidas y la preservación del agua y del medio ambiente, son el motor que me impulsa día y día a continuar siendo un Veedor bajo principios de ética, transparencia, verdad e integridad”, indicó Vásquez.
Ante esta problemática, que también se ha empezado a descubrir y combatir en otros departamentos como Chocó, Caldas, Córdoba y Sucre, hoy se realizó la primera sesión de la Mesa Nacional para el Control de Mercurio, que tiene como objetivo consolidar una Estrategia Nacional de articulación interinstitucional para su control y los impactos socioambientales, donde participa la procuradora Cabello, y Shun-Ping Chau, de la Agencia de Protección Ambientales del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Los participantes en la mesa resaltaron que, a través de diferentes investigaciones, la veeduría ha evidenciado que las autoridades de Bucaramanga no han realizado ninguna gestión para mitigar este problema, es decir, que no existe un compromiso e interés por el bienestar de los ciudadanos en el sector rural en lo atinente a su salud.
“Por ello, asumimos la defensa de estos pobladores, como también la de los habitantes de Soto Norte, en especial los del municipio de California, ancestrales mineros, que se han visto desplazados por personas extrañas que vienen de otros territorios nacionales y extranjeros, quienes están extrayendo oro de manera ilegal”, agregó Vásquez.
Según la Procuraduría: Colombia es el tercer país más contaminado por mercurio en el mundo”. Por tal motivo, durante el encuentro está presentando avances y hallazgos de la gestión en el país, propuesta de la hoja de ruta para el control de la “plata líquida”, y generando espacios de diálogo institucional frente a la afectación de los recursos naturales, seguridad alimentaria y salud humana.
Riesgos por mercurio
En la mesa se evidenciaron cinco graves consecuencias que podrían afrontar los bumangueses por el mercurio que se usa en la minería ilegal en el Páramo de Santurbán.
Primero, la afectación de los ríos y fuentes hídricas que llegan a comunidades y son consumidas por las mismas; segundo, el mercurio se acumula en los suelos utilizados para la agricultura y ganadería; tercero, bioacumulación del elemento químico en los peces, lo cual afecta la cadena trófica (proceso de transferencia de sustancias nutritivas) y llega al consumo humano; cuarto, afecta el sistema nervioso central de los seres humanos, y finalmente, genera mutaciones y malformaciones en los bebés gestantes.